En Bolsa

Indra y Telefónica, cara y cruz de las últimas inversiones del Estado

La SEPI pierde casi 437 millones en dos días por el desplome de Telefónica, mientras su inversión en Indra se revaloriza en 1.600 millones en lo que va de 2025

Ángel Escribano y Marc Murtra.
KiloyCuarto

Indra y Telefónica, las dos últimas protagonistas de las inversiones del Estado, se han convertido en la cara y cruz de la moneda. El Gobierno, a través de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI), es su primer accionista con un 28% en Indra y un 10% en Telefónica. Ambas se entienden como estratégicas, y esta visión dio vía libre a La Moncloa para mover sus cúpulas.

A propuesta de SEPI, el consejo de administración de Telefónica aprobó el nombramiento de Marc Murtra como presidente el pasado mes de enero. Para cubrir su vacante en Indra, se optó por un perfil industrial forjado en el sector: Ángel Escribano. Los hermanos Escribano han ido elevando su posición en Indra hasta aflorar el pasado año un 14,7%, participación que les convierte en el segundo accionista de la compañía.

Perfiles ejecutivos

José Vicente de los Mozos y Ángel Escribano, CEO y presidente de Indra, respectivamente.
Indra.

Tanto Escribano como Murtra se han presentado al mercado como gestores ejecutivos. Escribano, en tándem con José Vicente de los Mozos como consejero delegado, tiene el reto de convertir a Indra en el campeón nacional de defensa. Cuenta para ello con el favor del Ejecutivo, que le ha situado como el coordinador principal de dos tercios de los 31 nuevos programas especiales de modernización (PEM) de defensa y seguridad. La compañía tiene asignada una prefinanciación de 7.700 millones, incluyendo Hispasat.

Por su parte, Marc Murtra presentó el 4 de noviembre el nuevo plan estratégico para Telefónica, la hoja de ruta hasta 2030 bajo la premisa: “Transformación y Crecimiento”. Una de las decisiones difíciles de la nueva estrategia -frente a la aversión de la anterior cúpula, como así apuntó el directivo- es recortar el dividendo a la mitad. La reacción del mercado fue inmediata y contundente. Telefónica registró anteayer su mayor caída desde la pandemia: un 13,12%. Un día después, aunque a lo largo de la sesión llegó a caer más de un 4%, el descenso quedó en el 2,76%.

Minusvalías en Telefónica

Marc Murtra, presidente de Telefónica.
Telefónica

Para la SEPI, la evolución de la cotización de Telefónica en las dos últimas jornadas supone unas minusvalías latentes de más de 436,6 millones. Es decir, pasar de controlar un paquete accionarial valorado en casi 2.500 millones el lunes 3 noviembre, a poco más de dos mil dos días después. Si se considera la evolución desde principios de año (con una cotización en 3,99 euros), estas pérdidas se reducen a 200 millones. En conjunto, la pérdida de capitalización bursátil de la teleco desde que desveló su hoja de ruta roza los 3.800 millones. Durante 2025, Telefónica logró en agosto un máximo anual a 4,89 euros.

En 2023, el Gobierno de Pedro Sánchez dio la orden de entrar en el capital de Telefónica para tratar de diluir la entrada de la teleco saudí STC. La empresa terminó de aflorar su participación en mayo de 2024 tras invertir 2.285 millones. En este desembarco, SEPI abonó un precio medio de 4 euros, lo que lleva la inversión a números rojos. No obstante, este año -pendiente de la evolución bursátil en la recta final del ejercicio- la rentabilidad quedaría compensada con el dividendo. El Estado recibirá 170 millones a cuenta del ejercicio 2025, con un dividendo confirmado de 0,30 euros por acción.

Sin embargo, en 2026 la SEPI, como el resto de accionistas, también verá recortado a mitad estos ingresos. La retribución a los accionistas de cara a 2027 y 2028 se ha ligado al desempeño de la compañía y se situará entre el 40% y el 60% del flujo de caja libre. En este sentido, los analistas vislumbran un pago inferior a este año.

Rally alcista en Indra

El camino de SEPI en Indra ha sido de ida y vuelta. En marzo de 1999, llevó a cabo una oferta pública de venta (OPV) con la que se desprendió del 63,3% que poseía en Indra, obteniendo unos 437 millones. Posteriormente, en 2013, y en el contexto de la reestructuración de Bankia, regresó al capital con el objetivo de aportar estabilidad a la compañía. En febrero de 2022, el Ejecutivo de Pedro Sánchez decidió reforzar su presencia, elevando su participación del 18,75% al 28% actual, mediante una inversión cercana a los 174 millones, a un precio medio de 10,75 euros por acción.

Indra es, sin duda, el valor estrella del Ibex 35 este año, con una revalorización del 187,56%. Al inicio de semana, la acción rompió la barrera de los 50 euros; aunque ayer sus títulos cerraron en 49,46 euros. Para la SEPI, este rally bursátil supone unas plusvalías latentes de casi 1.600 millones. Si a principios de año su participación valía poco más de 850 millones, en la última sesión superaba los 2.445 millones. En este caso, los ingresos que percibirá por dividendo (12,3 millones) en 2025 son casi 14 veces inferiores a los de Telefónica.

Redeia, también en rojo

Beatriz Corredor, presidenta no ejecutiva de Redeia, durante la Junta General de Accionistas.
Articulo14

Su tercera gran participada del Ibex 35, Redeia, en la que ostenta un 20% del capital, también acumula este año minusvalías. La acción sigue penalizada por el apagón y cerró ayer en su mínimo anual, a 15,33 euros. En lo que va de año, el paquete de SEPI en el gestor de redes se ha depreciado en más de 151,5 millones, hasta los 1.659 millones.

A pesar de todo, gracias a Indra -salvo sorpresas-, el presente promete ser un año con plusvalías latentes en el mercado en el conjunto de su cartera.

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