España decidió ayer confinar a todas las aves de corral, a través de una orden ministerial. Esta medida tiene como objetivo frenar la extensión de la gripe aviar altamente patógena H5N1 en un momento de máxima presión epidemiológica. La decisión llega después de que se hayan detectado más aves migratorias infectadas en territorio español. Cabe recordar que cuando se detecta un brote en una granja, dada su alta capacidad de contagio, se obliga a sacrificar la explotaciones completa. Ya se han sacrificado más de 2,5 millones de animales en esta campaña.
Para entender la magnitud del problema, Artículo14 entrevista a Delia Saleno, veterinaria clínica en Mallorca, especialista en salud animal y socia de AMMDE, que advierte de que el virus H5N1 “lleva casi 30 años circulando” y se encuentra ya en una fase de expansión difícil de contener. Su diagnóstico es claro: estamos ante “una catástrofe ecológica”.
Contención
¿Por qué no ha sido posible frenar la gripe aviar?
No puedes poner puertas al campo. La migración de las aves no se puede detener. El H5N1 se mueve al ritmo de las rutas migratorias, lo que convierte a España en un punto especialmente sensible: España es un territorio con una riqueza biológica importante por las aves migratorias, desde África al norte de Europa y viceversa.
📢Ampliamos el confinamiento de aves de cría a todas las granjas de España
➡️ Se trata de una nueva medida preventiva de refuerzo ante el aumento del riesgo de expansión de la influenza aviar.
➡️ La orden entra en vigor hoy.
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— Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (@gobmapa) November 13, 2025
Las zonas próximas a humedales -donde estas aves descansan, se reproducen o pasan temporadas- concentran el mayor riesgo de entrada. Cuando eso sucede, el margen de actuación es mínimo, pues si el virus entra en una explotación, toda la granja debe ser sacrificada. Por eso el confinamiento es una medida frecuente en sanidad animal y suele adoptarse con rapidez, con el objetivo de delimitar perímetros de control y evitar el movimiento de animales susceptibles de contagio.
Impacto ecológico
¿Cómo ha sido la evolución de la gripe aviar en los últimos años?
Este virus circula desde hace casi 30 años en el mundo, pero los últimos años han marcado un salto cualitativo. La expansión no solo no se ha frenado, sino que se ha intensificado. Cada vez está más extendido y cada vez hay más aves infectadas. Y en los últimos cuatro años se ha complicado muchísimo. El virus no solo afecta ya a más de 350 especies de aves, sino que ha dado el salto a 78 especies de mamíferos terrestres y marinos. Esto muestra una aceleración constante en la adaptación del virus a nuevos hospedadores.

Se trata de un virus con un gran impacto y ya se habla a día de hoy de una catástrofe ecológica. En Sudamérica, la llegada del virus a mamíferos marinos provocó mortalidades masivas. Por ejemplo, en los leones marinos se registró una mortalidad en torno al 70%. En general, el virus ha causado cientos de millones de muertes en aves y miles de mamíferos marinos, situando a determinadas especies en riesgo real de extinción.
El virus ha llegado incluso a la Antártida. Un equipo español informó durante dos años consecutivos de la afectación de muchas especies en Antártida. Ese salto geográfico y entre especies confirma la naturaleza global del problema.
Contagio en personas
¿Ha habido contagio a personas?
El evento que más alarma generó entre la comunidad científica ocurrió en 2024, cuando se adaptó a las vacas lecheras. Se detectaron, por primera vez, muchísimos brotes en Estados Unidos en las granjas de vacas lecheras. Fue la primera vez que el virus de la gripe aviar se detectaba en un rumiante doméstico.
Y se constató que la mayor concentración del virus estaba en la leche. Incluso, que la leche consumida cruda puede transmitir la gripe aviar, incluso tras cinco días de refrigeración. Este hallazgo tuvo un fuerte componente de salud pública, especialmente en un país donde aproximadamente un 2% de la población consume leche cruda.

En cuanto al riesgo humano, las certezas van en dos direcciones. Por un lado, sí ha habido contagios en las personas. Principalmente, en aquellas que han estado en contacto estrecho o prolongado con aves infectadas o con vacas lecheras. Por otro, todas las evidencias coinciden en que el virus no se ha adaptado al ser humano y no se transmite de persona a persona.
El salto a gatos es un elemento preocupante. Hubo brotes en gatos en Polonia, en verano de 2023, con la sospecha de que se infectaron tras comer carne cruda de ave. Se ha puesto de moda dar comida cruda a los animales de compañía, y ese es un riesgo evidente.
Riesgos
¿Qué riesgo entrañaría para la salud humana?
No hay que crear pánico. Insisto en que, de momento, el virus no está adaptado al ser humano. La preocupación no reside en la situación actual, sino en el potencial evolutivo del virus, pues puede haber recombinación y transformarse en un virus que pueda afectar a las personas. En las especies animales afectadas, la mortalidad del H5N1 es muy elevada -de más del 50% y en algunos casos del 70%-.
Un elemento de preocupación es la falta de transparencia en Estados Unidos tras el salto a las vacas. Ahora, con la administración de Donald Trump se ha producido un apagón informativo porque se ha desmantelado el centro de seguimiento el centro de seguimiento de enfermedades en animales. La ausencia de datos fiables, unida a la precariedad laboral del sector agropecuario. En ese país, muchos de los trabajadores del campo son ilegales y por miedo no reportan la enfermedad. Todo ello dificulta el seguimiento de casos reales.
¿Cuál sería su recomendación?
Efectivamente, hay que reforzar la vigilancia y actuar de forma coordinada. El confinamiento decretado en España forma parte de la prevención primaria, que es fundamental para evitar la extensión de la infección a otros animales, incluyendo los domésticos.
Enfrentamos un desafío muy complejo que requiere una aproximación multisectorial, lo que definimos como One Health. Es decir, solo una coordinación real entre salud humana, sanidad animal, seguridad alimentaria y medio ambiente permitirá anticiparse a nuevas mutaciones del virus.


