La vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz, ha pisado el acelerador en el inicio del nuevo curso político. Tras el rechazo del Congreso a la reforma laboral el pasado 10 de septiembre -que incluía la reducción de la jornada a 37,5 horas semanales y la implementación de un nuevo registro horario, entre otras de las medidas-, Díaz ha anunciado una nueva norma que pretenderá modificar el Estatuto de los Trabajadores para ampliar los permisos por fallecimiento de un familiar hasta los 10 días e incorporar uno nuevo por cuidados paliativos de allegados.
Las medidas suponen, a priori, un apoyo para las trabajadoras. Ellas siempre han sido las principales responsables del cuidado de los familiares. Sin embargo, los expertos ya anticipan que “si las empresas discrepan y no los retribuyen, se perjudicará a las mujeres. De hacerlo será un gran alivio para ellas”. Así lo analiza para Artículo 14 Cristina Castellanos, profesora de economía aplicada en la UNED.
Durante el avance de las iniciativas, presentadas en la jornada de ‘Desayunos Informativos de Europa Press del jueves’, la ministra también comunicó el inicio de la negociación de la reforma del despido para el próximo 20 de octubre. Así como la apertura a consulta pública en el día de ayer del proyecto de Real Decreto para la reforma del registro horario.
Hasta 10 días
En 2024, las excedencias laborales solicitadas en España para el cuidado de hijos o familiares mostraron una clara desigualdad de género. Según datos del Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, de las 53.471 excedencias registradas, el 84,4% fueron solicitadas por mujeres (45.118), mientras que el 15,6% correspondieron a hombres (8.353). La clave está en la remuneración. La profesora de la UNED explica que “los permisos no retribuidos los hombres no los utilizan. No usan excedencias, ni reducciones de jornada. Si lo necesitan, optan por flexibilizar su horario“.
De momento, se desconocen los detalles de la futura norma, que prolongará los días de ausencia por la pérdida de un familiar y la creación del nuevo permiso por acompañamiento de parientes en fase terminal. Pero Díaz ya anticipó que serán remunerados por las empresas. En la actualidad, los trabajadores disponen de dos días laborables de permiso por fallecimiento de familiares de primer o segundo grado de consanguinidad remunerados por la empresa, ampliables a cuatro si se requiere de desplazamiento. Con su actualización, además de extender el plazo, la ministra pretende regular el derecho a la excedencia tanto por consanguinidad como por afinidad.

Duración sin determinar
Para Castellanos, la clave de la propuesta está en los términos del texto. En el caso del nuevo permiso por cuidados paliativos, la problemática también es el tiempo. La profesora de la UNED reconoce que el transcurso de acompañamiento a un familiar en fase terminal puede variar desde semanas hasta meses.
En este sentido, Castellanos admite que “el permiso puede ser muy largo y si las empresas no lo pagan puede tener un impacto muy negativo financieramente al acogerse a él. Y volverá a ser asumido solo por las mujeres”. La economista anticipa que “es primordial que la norma sea de carácter universal y retribuido. De este modo, los hombres también se acogerán. Ya lo hemos visto con los permisos de nacimiento. Si no hay perjuicio económico, también los solicitan”, recalca Castellanos.
Hasta ahora la excedencia de larga duración por atención a dependientes, disposición similar recogida en el artículo 46,3 del Estatuto de los Trabajadores, nunca había estado remunerada. El permiso permite a los empleados suspender temporalmente su contrato durante un máximo de dos años.
Rechazo de la patronal
La propuesta de Díaz ha encontrado, una vez más, el rechazo de la patronal. El presidente de la CEOE, Antonio Garamendi, se mostró muy crítico al ser preguntado por el anuncio de la vicepresidenta segunda en el XII Foro de Economía de Castilla-La Mancha organizado en Toledo. Garamendi reprochó que las acciones “como siempre, se están haciendo sin interlocución previa”. Y objetó que “es un menosprecio total al diálogo social“.
En referencia a la ministra, el responsable de la confederación empresarial señaló que “lo dice porque parece que le viene bien para su carrera electoral”. Y añadió: “Yo me he enterado exactamente por la prensa. Es decir, que no tengo ni idea“. Garamendi, al mismo tiempo, expuso con ironía que él también necesita “un permiso para descansar un ratito de los anuncios del Ministerio de Trabajo”.

La desaprobación del presidente de la CEOE se produce tras meses de tensión entre sindicatos y patronal por el absentismo laboral. Según datos de la Encuesta Trimestral de Coste Laboral (ETCL) del Instituto Nacional de Estadística (INE) correspondientes al primer trimestre de 2025, en España, 1,5 millones de personas no acuden a su puesto de trabajo. De ellas, 1,2 millones justifican una baja médica. La cifra supone la pérdida del 7% de las horas pactadas en el mercado laboral. Según cálculos de la patronal empresarial, este fenómeno tiene un coste macroeconómico de entre el 3% y el 3,5% del PIB anual. Es decir, más de 45.000 millones de euros.
Pasará por el Congreso
La nueva norma, al suponer una reforma del Estatuto de los Trabajadores, requerirá su aprobación en el Congreso de los Diputados. Antes, la propuesta del Gobierno pasará a anteproyecto de ley, y tendrá que ser autorizado por el Consejo de Ministros. Aunque algunos como Carlos Cuerpo, ministro de Economía, ya han indicado su rechazo parcial. “Hay que buscar un equilibrio y hacerlo de la mano de las empresas”, comentó Cuerpo al ser preguntado.
El enfrentamiento entre los partidos del hemiciclo no invita a ser optimistas con su adopción. Yolanda Díaz ya vio frustrada su nueva reforma laboral hace apenas unas semanas. Pero en esta ocasión, como si hizo con el registro horario, la propuesta no podrá ser presentada por Real Decreto.
Para Díaz, la medida no habla de días de ausencia en el empleo, sino de justicia en el duelo y las tareas de cuidados de familiares en los trabajadores. La norma aspira al mismo tiempo a que la atención deje de ser una carga exclusiva de las mujeres y se transforme en un derecho efectivo y compartido.