Durante la jornada del miércoles, la vasta extensión del océano Pacífico se convirtió en escenario de inquietud, vigilancia y silenciosas plegarias. Justo después del amanecer en la península de Kamchatka, uno de los terremotos más potentes jamás registrados —de una magnitud asombrosa de 8,8— sacudió el lecho marino frente a la costa oriental de Rusia. El temblor envió ondas invisibles que recorrieron el océano más grande del mundo, lo que provocó alertas y avisos de tsunami desde Japón hasta California, y puso en vilo a millones de personas.
Milagrosamente, no se han registrado víctimas mortales, a pesar de la inmensa potencia del terremoto. Las primeras olas del tsunami llegaron a la costa oeste de Estados Unidos aproximadamente seis horas después, lo que llevó al Servicio Meteorológico Nacional a emitir una alerta para un tramo de la costa norte de California, cerca de Oregón. Se emitieron avisos para gran parte del resto de la costa oeste. En Hawái, la Isla Grande sufrió inundaciones localizadas, pero sin daños significativos. “Hasta ahora, no hemos visto consecuencias, lo que es un gran alivio para nosotros“, indicó el gobernador de Hawái, Josh Green, en una declaración que se hizo eco del sentimiento compartido en toda la cuenca del Pacífico.

Máxima alerta en el Pacífico
En Japón, una nación muy familiarizada con los traumas sísmicos, las autoridades registraron olas de hasta cuatro pies antes de rebajar sus alertas de tsunami. Aun así, las comunidades costeras del Pacífico permanecieron en alerta máxima, sin saber si el océano tenía más que ofrecer. El terremoto se une ahora a la lista de los seis más fuertes jamás registrados, un evento geológico que puso a prueba los sistemas de emergencia, sacudió los nervios y, por un momento, unió a todo un hemisferio en un suspense colectivo.
Aunque las olas que llegaron a California han sido en su mayoría modestas, las autoridades mantienen la vigilancia activa ante la posibilidad de corrientes peligrosas y marejadas posteriores. Hasta las 5:30 de la madrugada, la ola más alta registrada en la costa californiana fue de aproximadamente 4 pies (1.2 metros) en Crescent City, al norte del estado. En comparación, la ola más significativa en territorio estadounidense se reportó en Kahului, Hawái, con una altura de 5.7 pies (1.7 metros).

Los Ángeles resiste
En Los Ángeles, donde estamos ya acostumbrados a recibir alertas por terremotos, incendios, inundaciones y ahora también tsunamis, la comunidad respondió con atención y prudencia. A pesar de que las playas como las de Malibú permanecen abiertas, las autoridades locales y los equipos de seguridad pública exhortaron a la población a mantenerse alejados del litoral pidiendo a los curiosos que no fueran a ver las olas del tsunami. “El Centro Nacional de Advertencias de Tsunami ha emitido una vigilancia de tsunami para toda la costa de California, incluida el área sur, tras confirmarse un terremoto de magnitud 8.8 que generó un tsunami frente al norte del Pacífico a las 4:24 p.m. del martes”, escribió la ciudad de Malibú en sus redes sociales.
La cautela de las autoridades piden vigilar el aumento de los mares porque el tsunami puede no presentarse solo con una gran ola. Existe una amenaza potencial y como medida preventiva, las autoridades han instado a la población a estar alerta y preparada para evacuar rápidamente a zonas más elevadas si la situación lo requiere.
California, preparada para los tsunamis
En el norte de California, condados como Humboldt y Del Norte fueron los más afectados por las advertencias. Crescent City, una comunidad costera con trágico historial de tsunamis, volvió a ser uno de los focos de atención. En 1964, un tsunami se cobró la vida de 11 personas y destruyó el puerto. En 2011, otro evento causó la muerte de un hombre y arrasó con el área portuaria. La precaución de las autoridades ha evitado cualquier destrucción ya que se han registrado fuertes corrientes y se espera que la actividad continúe durante 30 horas en Crescent City, según cálculos del Servicio Meteorológico Nacional.
Las autoridades han pedido a los residentes evacuar embarcaciones del puerto y abandonar zonas bajas como el parque de casas rodantes de Lighthouse Cove donde se ha establecido un punto temporal de evacuación en el salón de veteranos. Eric Weir, administrador de la ciudad de Crescent City, apuntó. “Esto no será como el evento de 1964, que destruyó varias calles del pueblo. Pero sí estamos esperando una gran alteración en el océano y fuertes corrientes. Pedimos a la población que se mantenga alejada de las playas, desembocaduras de ríos y áreas bajas”.
En San Francisco se registraron olas de hasta 2.5 pies, mientras que en el resto de la costa, incluida el sur de California, las olas fueron generalmente de un pie o menos. La situación en el puerto de Pillar Point, en Half Moon Bay, se volvió viral gracias a un video en cámara rápida que mostró cómo los veleros subían y bajaban abruptamente con cada ola. “Un tsunami no es solo una ola. Es un paquete de olas que puede durar horas. Este rápido movimiento del agua puede generar corrientes muy peligrosas” dijeron las autoridades del Centro Meteorológico de Estados Unidos.
Hawái contiene la respiración
En Hawái, todas las órdenes de evacuación han sido canceladas tras observar una disminución en la magnitud de las olas. A pesar de ello, el gobernador Josh Green pidió no bajar la guardia. “Queremos observar cómo evoluciona la situación unas horas más. Cuando las olas se reduzcan progresivamente, sabremos que lo peor ha pasado”, declaró. Todos los vuelos hacia y desde Maui fueron suspendidos durante el miércoles como medida de precaución.
Evacuaciones en Iberoamérica
Mientras, en otros puntos de Iberoamérica se activaban las alertas. El Servicio de Prevención y Respuesta ante Desastres (Senapred) de Chile declaró la alerta roja y la evacuación de todas las comunas del borde costero, desde la regiones de Arica y Parinacota, en el extremo norte, a Magallanes, en su punto más austral, tras el terremoto. Las evacuaciones comenzaron en Isla de Pascua a las 06:00 AM hora local (08:00 AM en Chile continental / 01:00 PM GMT) y seguirán desde las 11:00 AM en Arica y Parinacota, a mediodía en Antofagasta a O’Higgins, desde las 01:00 PM desde Maule hasta Los Lagos y en las siguientes horas en el extremo sur.
Con la declaración de alerta roja, Senapred anunció que “se movilizarán todos los recursos necesarios y disponibles para actuar y controlar la situación, dada la extensión y severidad del evento”.

En Perú también se preparaban para el tsunami. El Centro de Operaciones de Emergencia Nacional (COEN) de Defensa Civil avisó de que en función a la llegada real del tren de olas al sur del continente, se tienen “nuevos cálculos” de la llegada de este fenómeno. La “nueva hora estimada es 12:15 horas” (17:15 GMT), indica el COEN y agrega que la información se actualizará sobre “la base de la llegada a Isla Galápagos (Ecuador)”, posición más próxima en la dirección de arribo del fenómeno.
En Japón, el puerto de Nemuro Hanasaki, en Hokkaido, registró un tsunami de unos 30 centímetros. Sin embargo, vídeos compartidos desde Rusia muestran corrientes de agua arrastrando estructuras en la península de Kamchatka, incluyendo un jardín infantil. Se estima que allí las olas alcanzaron hasta 16 pies (casi 5 metros). Las autoridades japonesas recomendaron evacuar las zonas costeras del este del país, ante la posibilidad de olas de hasta 10 pies.
El epicentro del terremoto estuvo a unas 40 millas de la península de Kamchatka y a miles de kilómetros de ciudades como Tokio, Anchorage, San Francisco y Los Ángeles. A pesar de la gran distancia, la energía del evento sísmico fue tal que activó los sistemas de alerta en toda la cuenca del Pacífico. California, como muchas veces antes, ha demostrado estar preparada para emergencias de esta naturaleza. Aunque no se han reportado daños importantes ni víctimas, las alertas funcionaron.