La OTAN se prepara para un cambio drástico en el gasto en defensa por parte de todos los socios. El secretario general Mark Rutte ha confirmado lo que se venía rumoreando en los pasillos de la Alianza Atlántica: un ambicioso plan para dedicar el 5% del PIB a la inversión en defensa. Este objetivo sin precedentes, que abarca el 3,5 % para el gasto básico en defensa y el 1,5% para inversiones relacionadas con la infraestructura y la industria, surge, según Rutte, como respuesta directa a la rápida expansión militar de Rusia y como una severa advertencia sobre la vulnerabilidad de la Alianza.
En una rueda de prensa tras una reunión ministerial, Rutte calificó el objetivo del 5% como “histórico” y destacó el importante aumento de las capacidades necesarias para contrarrestar la creciente amenaza de Rusia. Destacó la alarmante disparidad en la producción de municiones: Rusia, con un PIB veinticinco veces menor que el de la OTAN, produce en tres meses cuatro veces más municiones que toda la alianza en un año.
La urgencia de aumentar el gasto militar en la OTAN
“Si no tomamos medidas ahora… dentro de tres, cuatro o cinco años, estaremos realmente amenazados”, advirtió Rutte, subrayando la urgencia de aumentar el gasto y la producción.

Rutte expresó su confianza en el amplio apoyo al objetivo del 5%, citando un “casi consenso” entre los aliados. Aunque reconoció que se espera cierta resistencia ante una decisión de esta magnitud, insistió en que la necesidad de aumentar la inversión es innegable. La cumbre confirmará el compromiso de la alianza con un “gasto fuerte y más letal” para mejorar las capacidades de defensa. Precisamente España es uno de los países miembros que rechazan aumentar el gasto al 5%. El más rezagado en la actualidad, que aún no ha logrado el 2% prometido para 2024, es uno de los más firmes detractores.
Mejorar las capacidades de la OTAN
El plan acordado incluye “objetivos ambiciosos en materia de capacidades”, en los que se esbozan las inversiones específicas necesarias en defensa aérea, aviones de combate, tanques, drones, personal y logística para reforzar la disuasión y la defensa de la OTAN. Sin embargo, Rutte aclaró que ponerse de acuerdo sobre la necesidad de estas inversiones es solo el primer paso. La cumbre de La Haya, que se celebrará a finales de este mes, se centrará en garantizar la financiación necesaria para alcanzar estos objetivos.
Rutte expresó su confianza en que la próxima cumbre de La Haya dé lugar a un acuerdo satisfactorio sobre el plan de inversión en defensa del 5%, que garantice la preparación futura de la OTAN.
La presión de Estados Unidos
Por su parte, el secretario de Defensa estadounidense, Pete Hegseth, aseguró que “aquí estamos y países ahí están superando ampliamente el 2% (del PIB), y creemos que estamos muy cerca, casi cerca del consenso, sobre un compromiso del 5% para la OTAN en La Haya más adelante este mes”.

Hegseth reconoció que hay “unos pocos países que todavía no están ahí”, dispuestos a respaldar la cifra del 5 % del PIB. Aunque no quiso mencionar los aliados reticentes al nuevo objetivo, a los que convencerán, sí resaltó los que lo apoyan: Francia, Alemania, los bálticos, los nórdicos, Polonia, Grecia y Hungría.
“No necesitamos más banderas; necesitamos más formaciones de combate. No necesitamos más conferencias; necesitamos más capacidades“, aseveró Hegseth.
El apoyo a Ucrania
La reunión ministerial también abordó el apoyo continuo a Ucrania, ya que los aliados han prometido más de 20.000 millones de euros en ayuda adicional para la seguridad este año. Rutte destacó el compromiso continuo de la Alianza Atlántica con una paz justa y duradera en Ucrania, y acogió con satisfacción el apoyo prometido en la reciente reunión del Grupo de Contacto para la Defensa de Ucrania. Los debates también abordaron la importancia de la disuasión nuclear, reafirmando el compromiso de la OTAN de mantener una fuerte capacidad nuclear.