LA EXPERTA

“La tregua salva vidas, pero no detiene la cuenta de los muertos”

Para la experta Lena Georgeault, el alto el fuego en Gaza es más un gesto político que un avance real: “Pensar que este plan traerá paz a Oriente Medio es una ilusión; si Trump ve alejarse la foto del Nobel, buscará otro escenario más rentable"

Israel y Hamás se acusan mutuamente de romper el alto el fuego. En Gaza, los disparos intermitentes, los cortes de electricidad y el control caprichoso de la ayuda humanitaria confirman lo que la semana pasada las expertas auguraban: que la tregua es sólo un paréntesis. Sin observadores ni periodistas sobre el terreno resulta imposible verificar qué parte incumple el acuerdo.

Para Lena Georgeault, directora del Grado en Relaciones Internacionales de la Universidad Villanueva, la tregua es frágil porque no hay mecanismos que la sostengan. “No hay observadores neutros capaces de verificar objetivamente el respeto al alto el fuego”, advierte. Egipto intenta mantener abierto el diálogo, pero su papel se limita a la diplomacia y la logística. “Sin una voluntad real de Hamás e Israel, ningún mediador puede imponer la paz”, resume en conversación con este periódico.

Georgeault cree que la calma aparente solo enmascara una crisis más profunda: la ayuda humanitaria sigue entrando “a cuentagotas”; el Gobierno de Netanyahu usa la prolongación del conflicto para reforzar su liderazgo; y Hamás reprime a su propia población mientras la Autoridad Palestina observa desde la irrelevancia. “Cada día de tregua salva vidas”, dice, “pero no detiene la cuenta de los muertos”.

El cuerpo de un hombre es entregado al hospital Al Shifa luego de un ataque aéreo israelí en el edificio Al Andalousia en el oeste de la ciudad de Gaza
EFE/EPA/MOHAMMED SABER

-¿Cómo se puede verificar qué parte está incumpliendo el alto el fuego cuando Israel y Hamás se acusan mutuamente?

-No hay observadores neutros sobre el terreno capaces de verificar objetivamente el respeto al alto el fuego entre Hamás e Israel. Israel busca controlar su narrativa mediática, pero la restricción del acceso de los medios y los reiterados ataques letales contra periodistas en Gaza, ampliamente denunciados por Naciones Unidas, han erosionado su credibilidad ante la opinión pública internacional. Por otro lado, un grupo terrorista como Hamás tampoco constituye una fuente fiable de información. La presencia de observadores internacionales independientes sería esencial para aportar transparencia y credibilidad a cualquier evaluación del alto el fuego, pero no hay nada parecido ahora mismo sobre el terreno.

La gente ondea banderas israelíes mientras esperan al rehén israelí liberado Elkana Bohbot cuando regresa a su casa después de completar su hospitalización y tratamiento en el Hospital Shiba en Mevaseret Zion
EFE/EPA/ABIR SULTAN

-¿Qué papel tienen entonces Egipto y otros mediadores en ese proceso de verificación y qué margen real tienen para imponer el cumplimiento?

Egipto, como otros países de la región, tiene interés en impulsar el plan de paz para estabilizar la zona, pero afronta sus propias limitaciones: mantiene relaciones normalizadas con Israel, debe cuidar una opinión pública mayoritariamente pro-palestina y teme una oleada de refugiados palestinos en su territorio. En este difícil equilibrio, su papel es esencialmente diplomático, logístico y de coordinación humanitaria. Pero sin una voluntad real de Hamás e Israel, ningún mediador puede imponer la paz.

No existe una arquitectura de supervisión operativa: la tregua se sostiene, de momento, más bien por el interés circunstancial de las partes. Misiones de interposición de la Unión Europea o la ONU podrían llegar a desempeñar un papel clave, mientras que una mayor coordinación entre Egipto, la ONU y la Autoridad Palestina abriría la puerta a un control fronterizo internacionalizado. Estas presencias, por ahora quiméricas, no garantizarían la paz, pero su consolidación sería una muy buena señal.

Un hombre camina por los escombros tras uno de los ataques lanzados este domingo por Israel en Gaza
EFE/Str

-¿Qué impacto está teniendo esta “tregua” sobre la situación humanitaria en Gaza y la entrada de ayuda? 

-La entrada de ayuda humanitaria sigue siendo insuficiente y arbitraria. Israel mantiene el control sobre los pasos fronterizos y decide lo que puede entrar en Gaza y cuándo, lo que provoca interrupciones constantes en el suministro de agua, combustible y medicamentos. Las ONG denuncian un acceso “gota a gota” que no permite aliviar la catástrofe humanitaria. Además, Hamás ha sido acusado de utilizar con fines políticos la ayuda humanitaria que entra en la Franja, racionándola y controlando su distribución. Cada día de tregua salva vidas, pero no logra detener la cuenta de los muertos. 

-¿Cómo afecta esta falta de cumplimiento a la posición política de Netanyahu, de Hamás y de la Autoridad Palestina?

Netanyahu utiliza la prolongación del conflicto para reforzar su liderazgo de guerra y desviar la atención de su crisis interna, por lo que aprovechará cualquier vulneración de la tregua por parte de Hamás para endurecer su posición. Por su parte, aunque los sondeos indican apoyos volátiles e incluso a la baja en la calle árabe, Hamás parece creer que todavía puede permitirse mucha radicalidad: está realizando una purga, asesinando presuntos colaboradores y lanzando redadas internas. Mientras tanto, la Autoridad Palestina se muestra irrelevante en la negociación: sin legitimidad real sobre Gaza, su margen político se reduce al mínimo.

Trump
La firma de Trump en Sharm el Seij
Efe

-¿Qué escenarios se abren si el alto el fuego termina de romperse: una nueva ofensiva o una presión internacional para renegociar?

-Pensar que este plan traerá paz a Oriente Medio es una ilusión: el conflicto tiene raíces profundas, y el capítulo iniciado el 7 de octubre ha añadido otro trauma colectivo que reduce aún más la esperanza de reconciliación. Desde hace décadas, el interés de los actores internacionales y regionales fluctúa al ritmo de la agenda mediática y de sus propios cálculos. Si Trump ve alejarse la foto del Nobel, buscará otro escenario más rentable.