China conmemora este miércoles el 80º aniversario del fin de la Segunda Guerra Mundial en el Pacífico con un gran desfile militar en la plaza de Tiananmen, en Pekín. El acto, que comenzó a la 9:00 am (hora local), busca mostrar el poderío del Ejército Popular de Liberación (EPL) y resaltar el papel del país en la derrota del Japón imperial. Aunque el presidente Xi Jinping no estará acompañado de ninguna líder internacional, durante el desfile sí que se verán a mujeres chinas en las Fuerzas Armadas.
“El género nunca ha sido una medida de capacidad”
Una figura reciente es la de Wang Shuang, única instructora femenina en el desfile de este 2025. Su estilo de entrenamiento ha sorprendido en redes sociales al combinar “consultas psicológicas para los soldados y música animada para los ejercicios”. Ella misma afirma que “el género nunca ha sido una medida de capacidad. Tanto hombres como mujeres cargamos con las mismas misiones y perseguimos los mismos objetivos”.

Reconoce que al inicio hubo dudas sobre su liderazgo, pero las superó con profesionalismo: “Necesitaba entrar primero en sus corazones y lograr que me respetaran y confiaran en mí como entrenadora”. Su enfoque incluye hablar con los soldados en los descansos y hasta recopilar videos de sus familias como apoyo emocional.
Para Wang, el lema que guía su disciplina es claro: “No hay nada que los soldados no puedan hacer. Los únicos fallos ocurren cuando van más allá de los requisitos del entrenador”.
El acto, que contará con la presencia de Xi Jinping, Vladimir Putin y Kim Jong Un, incluirá 45 formaciones y mostrará armamento de última generación. Además de proyectar poder militar, el desfile busca reforzar la memoria histórica y “recordar la historia, honrar a los caídos, atesorar la paz y abrir el futuro”, en palabras del portavoz del Ministerio de Exteriores, Guo Jiakun.
En este acto, la participación de mujeres como Wang Shuang no solo demuestra la modernización del EPL, sino también una continuidad histórica.

“Heroísmo, valentía, belleza y lealtad”
La participación femenina en temas militares no es algo nuevo en China. Ya en la dinastía Shang (siglos XVII-XI a. C.), Fu Hao se convirtió en suma sacerdotisa y general en jefe, liderando campañas contra los Yi, Ba y Qiang. En la dinastía Song, la heroína Mu Guiying destacó como símbolo de “heroísmo, valentía, belleza y lealtad”, defendiendo tanto a su familia como al imperio.
Durante la dinastía Ming, Qin Liangyu (1574-1648) desafió las convenciones de género: su padre le dio la misma educación que a sus hermanos, y ella se hizo célebre por su dominio de la equitación y la arquería, llegando a comandar tropas contra los manchúes.
Estos ejemplos, junto a figuras como Xu Guan, Liang Hongyu o Li Zhen —primera mujer en alcanzar el rango de general en 1955 tras haber participado en la Larga Marcha—, muestran una constante de mujeres que, en momentos críticos, asumieron responsabilidades militares y estratégicas.

“Las mujeres sostienen la mitad del cielo”
La llegada del comunismo en 1949 marcó un gran cambio. El régimen abolió matrimonios forzados y promovió la igualdad con leyes como la Ley de Matrimonio de 1950. Mao Zedong resumió la filosofía oficial con su célebre frase: “Las mujeres sostienen la mitad del cielo”.
Durante la Larga Marcha (1934-1935), unas doscientas mujeres participaron en condiciones extremas. Además de combatir, establecieron lazos con los campesinos a través de la educación, la medicina y la propaganda. Como señala la historiografía, debieron soportar no solo la dureza del camino, sino también dificultades específicas como la menstruación o los partos en ruta, llegando algunas a dejar a sus hijos al cuidado de familias campesinas.
La Segunda Guerra Mundial en Asia —que, según Pekín, comenzó con la invasión japonesa de 1931— supuso millones de bajas chinas. Uno de los episodios más recordados es la masacre de Nanjing de 1937, donde las tropas niponas asesinaron a cientos de miles de civiles y cometieron violaciones masivas. Este trauma colectivo consolidó la narrativa de resistencia y sacrificio que aún hoy se evoca en los desfiles.

Hoy, las mujeres representan aproximadamente un 4,5 % del total de efectivos del Ejército chino. Según los estudios, su presencia se extiende a cuerpos como la Marina, las Fuerzas Especiales o las fuerzas antidroga. La carrera militar ofrece ventajas en educación, movilidad social y acceso a empleos de prestigio, por lo que resulta atractiva para muchas jóvenes.
El papel femenino también gana visibilidad en desfiles y en la televisión estatal, y se prevé que aumente en los próximos años. La trayectoria de Li Zhen sigue siendo una referencia de hasta dónde pueden llegar las militares chinas en la jerarquía.