Los miembros de la Guardia Nacional -con grandes bolsas de lona, mochilas y sacos de dormir- comenzaron a llegar el martes por la mañana a su cuartel general en el Arsenal de Washington D. C., tras la declaración del presidente Donald Trump de una “emergencia de seguridad pública” en la capital de Estados Unidos.
Apenas 24 horas, antes, Trump anunció que desplegaría 800 efectivos de la Guardia Nacional para apoyar a las fuerzas del orden federales que ya operan en la ciudad. La medida, que también coloca a la Policía de Washington bajo control federal, forma parte de lo que el presidente describió como una operación de “limpieza” a gran escala contra la delincuencia y los sin techo.

“Se está convirtiendo en una situación de anarquía total y absoluta”, aseveró Trump a los periodistas en la Casa Blanca, defendiendo la decisión de recurrir al apoyo militar.
La alcaldesa de Washington, ante el despliegue de tropas
Sin embargo, la afirmación de que existe una crisis de delincuencia ha sido rebatida por las autoridades locales. La alcaldesa de Washington D. C., Muriel Bowser, rechazó la descripción del presidente republicano y señaló las estadísticas oficiales que muestran que los delitos violentos en la ciudad se encuentran en su nivel más bajo en 30 años. Aunque la ciudad experimentó un aumento de la delincuencia en 2023, las tasas han disminuido desde entonces, según los datos de la Policía.
A pesar de sus críticas a la retórica de Trump, Bowser se ha comprometido este martes a cooperar con las autoridades federales en el despliegue de la Guardia Nacional. Bowser calificó a la intervención federal como “inquietante y sin precedentes”. Con todo, “trabajaremos codo con codo para garantizar la seguridad y el bienestar de nuestros residentes”, afirmó tras una reunión junto a la fiscal general, Pam Bondi.

Según recoge EFE, la alcaldesa aseguró que cuentan con “los mejores agentes policiales para liderar el esfuerzo de integrar a las fuerzas federales que se sumarán“.
El despliegue de tropas supone una escalada poco habitual de la participación federal en la labor policial cotidiana de la ciudad. Se espera que la llegada de la Guardia Nacional vaya seguida de una intensificación de las operaciones policiales en toda la capital.
Por ahora, el Arsenal de Washington D. C. se ha convertido en el centro de la operación, y durante toda la mañana se han visto convoyes de vehículos militares entrando en las instalaciones.




