Guardar fruta en el frigorífico parece, a primera vista, una buena estrategia para conservarla por más tiempo. Sin embargo, muchas frutas pierden calidad cuando se exponen a temperaturas demasiado bajas. Algunas no maduran correctamente, mientras que otras cambian su textura, pierden sabor o se vuelven insípidas. Esto ocurre especialmente con las frutas que se desarrollan en climas cálidos, como las tropicales, y también con otras que continúan madurando tras su recolección. El frío interrumpe ese proceso natural y puede arruinar sus propiedades, así como su sabor, aroma, textura y jugosidad.
Las frutas que es mejor mantener lejos de la nevera
1. Plátanos
El plátano es una de las frutas más sensibles al frío. Cuando se guarda en la nevera antes de madurar, su piel se ennegrece rápidamente y la pulpa adquiere una textura harinosa. Lo mejor es dejarlos a temperatura ambiente hasta que estén maduros. Solo en ese momento, si no vas a consumirlos pronto, puedes guardarlos en frío durante unos días.

2. Tomates
Aunque no lo parezca, el tomate es una fruta. En el frigorífico, pierde parte de su sabor característico y su textura se vuelve blanda y harinosa. Además, el frío inhibe la producción de compuestos responsables de su aroma. Se recomienda conservarlos a temperatura ambiente, en un lugar ventilado y alejado de la luz directa.

3. Aguacates
Los aguacates deben mantenerse fuera del refrigerador hasta alcanzar su punto óptimo de maduración. El frío puede ralentizar este proceso e impedir que su carne se vuelva cremosa y sabrosa. Una vez maduros, pueden conservarse en la nevera durante un par de días para evitar que se pasen.

4. Cítricos
Aunque muchas personas almacenan naranjas, limones o mandarinas en el frigorífico, lo cierto es que esta práctica puede reducir su jugosidad y afectar su sabor con el tiempo. La refrigeración prolongada también puede provocar manchas en la piel y pérdida de textura. Lo ideal es mantenerlos a temperatura ambiente durante los primeros días tras la compra.

5. Manzanas
Si bien las manzanas aguantan relativamente bien en frío, su sabor y textura se conservan mejor si se almacenan a temperatura ambiente. En la nevera tienden a volverse más blandas y menos aromáticas. Lo recomendable es consumirlas en pocos días tras la compra y evitar el frío salvo que sea necesario.

6. Frutas de hueso (melocotones, albaricoques, nectarinas)
Estas frutas deben madurar a temperatura ambiente para desarrollar su dulzura natural. Al guardarlas en la nevera demasiado pronto, su maduración se detiene, dando lugar a piezas duras, ácidas y sin aroma. Una vez que han alcanzado su punto justo, pueden refrigerarse brevemente si no se van a consumir de inmediato.

7. Mangos
Al igual que otras frutas tropicales, los mangos necesitan calor para desarrollar plenamente su sabor. Si se enfrían antes de madurar, nunca llegarán a alcanzar su textura jugosa ni su aroma dulce. Déjalos fuera del frigorífico hasta que estén blandos al tacto; solo entonces pueden conservarse en frío durante unos días.
8. Kiwis
El kiwi debe completar su proceso de maduración a temperatura ambiente. En la nevera, especialmente si aún está duro, se corre el riesgo de que no llegue a ablandarse y de que pierda dulzura. Una vez maduro, refrigerarlo es una opción válida para alargar su vida útil, pero no antes.
9. Caquis
Los caquis también deben evitar el frío hasta haber madurado completamente. En la nevera pueden detener su evolución y desarrollar una textura poco agradable. Lo mejor es dejarlos en un lugar fresco, seco y alejado de la luz directa hasta que estén listos para su consumo.
10. Pepinos
Aunque suele guardarse en el cajón de las verduras, el pepino es muy sensible a las temperaturas bajas. El frío puede deteriorar su estructura celular, provocando manchas acuosas y una textura blanda. Esto afecta tanto su frescura como su sabor. Es preferible mantenerlo fuera del frigorífico o en la zona menos fría del mismo si el ambiente exterior es muy caluroso.