De casi 200 años a 33: el pacto que rebaja las condenas de la ‘manada de Castelldefels’

Las partes y el Ministerio Público han llegado a un acuerdo y el juicio no se celebrará para evitar que las víctimas tengan que enfrentarse de nuevo al trauma públicamente

Los miembros de la 'manada de Castelldefels' durante la vista este martes
Europa Press

Los cinco acusados de agredir sexualmente a tres jóvenes en 2021 en Castelldefels han reconocido los hechos, pedido perdón y pactado con la Fiscalía y las víctimas una reducción sustancial de sus condenas. Hoy comenzaba el juicio contra la llamada ‘manada de Castelldefels, una vista que apenas se ha prolongado y ha terminado con el acuerdo de conformidad; en el que se han fijado las penas de entre ocho años y cinco meses de prisión, la más alta; y tres años y once meses, la más baja, frente a los 28 a 53 años que reclamaba inicialmente el Ministerio Público.

Un pacto para proteger a las víctimas

¿Por qué han logrado evitar el juicio? La respuesta a la pregunta la encontramos en el acuerdo al que han llegado los miembros de la ‘manada de Castelldefels’, la Fiscalía y las víctimas. El magistrado ha dictado sentencia oral tras ratificarse el pacto, que impide la celebración del juicio y, con ello, y como motivo principal, evitar que las víctimas tengan que enfrentarse de nuevo al trauma públicamente. Según la Fiscalía, la conformidad tuvo en cuenta especialmente la situación de una de las afectadas, que atraviesa una crisis postraumática.

Los miembros de la conocida como ‘manada de Castelldefels’ durante la vista
Europa Press

El acuerdo deja fuera el delito de revelación de secretos, que se les atribuía por grabar y difundir imágenes de las agresiones, pero mantiene las condenas por pertenencia a grupo criminal y violación.

Captaban a chicas jóvenes, algunas con baja autoestima o discapacidad

Todo comienza en plena pandemia, entre marzo y mayo de 2021. Y aunque supuestamente nadie podía juntarse, y mucho menos en reuniones numerosas, los acusados, de entre 30 y 36 años, organizaban fiestas privadas. Captaban a chicas jóvenes, algunas con baja autoestima o discapacidad, a través de redes sociales. Uno de ellos, Alejandro Raúl P. C., alias ‘El Cubano’, actuaba como gancho, invitándolas a celebraciones en su piso de Castelldefels. Una vez allí, el resto del grupo aparecía, creaba un ambiente de sometimiento con alcohol y forzaba a las víctimas, anulando su capacidad de reacción.

La investigación reveló la existencia de un chat de WhatsApp bautizado como ‘K-Team’, en el que los agresores de la ‘manada de Castelldefels’ se jactaban de sus actos, planificaban los encuentros y compartían mensajes en los que dejaban claro que eran conscientes de la gravedad de lo que hacían. En algunos casos, las agresiones fueron grabadas en vídeo y difundidas entre otros miembros del grupo.

Reconocimiento de culpa y arrepentimiento

Durante la sesión, los cinco acusados tomaron la palabra para pedir perdón. Inicialmente, el juez señaló que, pese a que los acusados querían llegar a un acuerdo y reconocían las violaciones, no percibía un verdadero arrepentimiento por su parte. Estaba dispuesto a continuar con el juicio y les pidió que se lo pensaran dos veces durante un receso. Finalmente, tras la reflexión, los acusados confirmaron su conformidad con el pacto, asegurando así que no pasarán más de ocho años en prisión.

Las penas de la ‘manada de Castelldefels’ se han rebajado
KiloyCuarto

Roberto P., condenado a ocho años y cinco meses, afirmaba lo siguiente: “Lo siento mucho por las molestias que pude causar”. Alejandro Raúl, considerado el cabecilla de la manada de Castelldefels, recibió ocho años y tres meses y por su parte esto es lo que expresaba: “Me gustaría pedir perdón a las víctimas. Estoy muy arrepentido”. Los otros dos procesados aceptaron seis años de cárcel y el último, David G., tres años y once meses.

Indemnizaciones y salida en libertad

El acuerdo incluye el pago de 30.000 euros a cada una de las tres víctimas, además de compensaciones adicionales por daños morales que elevan la cifra total a más de 70.000 euros. Según fuentes judiciales, los condenados recurrieron a préstamos familiares para cubrir esas cantidades.

Tras escuchar la sentencia, las defensas de la ‘manada de Castelldefels’ solicitaron la excarcelación de los acusados, que permanecen en prisión preventiva desde diciembre de 2022; y es ahora el tribunal quien deberá pronunciarse sobre esta cuestión en los próximos días.

El chat se renombró como ‘La Manada Returns’

Inicialmente, la Fiscalía pedía un total de 196 años de prisión por tres delitos de agresión sexual con penetración y dos de revelación de secretos. El pacto del pasado viernes rebajaba de manera drástica la cifra: en conjunto, las condenas no superan los 33 años.

El Ministerio Público defendió la decisión como la mejor opción para proteger a las víctimas y evitar su revictimización asegurando que “los procesados han reconocido los hechos, han pedido perdón y han consignado la totalidad de las indemnizaciones pactadas”, así lo expresaba la Fiscalía en un comunicado posterior a la vista.

El caso recuerda inevitablemente a la conocida “manada de Pamplona”. De hecho, los condenados llegaron a renombrar su chat como ‘La manada Returns’, en alusión a aquel grupo. Los investigadores constataron que se trataba de un patrón: captación por redes sociales, invitación a fiestas privadas en pandemia, intoxicación de las víctimas y agresiones sexuales en grupo.

La jueza instructora, que ordenó la prisión provisional en 2022, concluyó que los acusados habían “naturalizado” este comportamiento y trataban de mantener cierto contacto posterior con las jóvenes para asegurarse de que no denunciaran.

Con la conformidad alcanzada, el juicio que debía prolongarse durante varios días no se celebrará. Los cinco hombres quedan condenados por pertenencia a grupo criminal y violación, mientras el tribunal valora ahora si accede a la petición de libertad provisional. El pacto, que reduce drásticamente las penas, abre un debate sobre la eficacia de este tipo de acuerdos frente a la necesidad de justicia plena para las víctimas de violencia sexual.