María Auxiliadora Díaz Velázquez es magistrada del Juzgado número 2 de Violencia contra la Mujer de Las Palmas de Gran Canaria desde hace casi veinte años. Aterrizó en 2009 tras dos años en un Juzgado de Instrucción de Telde, con funciones en materia de violencia de género. Conoce la materia, y por sus palabras y cómo se expresa se percibe que le apasiona su trabajo. En los últimos días ha sido noticia tras dictar una sentencia pionera. Condenó a un agresor por un delito de violencia vicaria tras asesinar, delante de su pareja a su perro. Charlamos con ella del tema de la semana: la asunción por parte de los juzgados de violencia de todas las competencias en violencias machistas.
¿Cómo es ser jueza de violencia?
Ser jueza de violencia supone ejercer la función jurisdiccional desde un punto de vista eminentemente social. Siempre digo que quien quiera estar en estos juzgados tiene que tener una conexión y tener ganas de estar con víctimas y, por lo tanto, solucionar problemas no solamente desde el punto de vista jurídico, sino también desde un punto de vista social, en cuanto que podemos modificar y cambiar vidas.

Apenas se habla de violencia machista en los medios si no hay un asesinato o un ataque grave. ¿Entiende la sociedad lo que supone ser una mujer maltratada y cómo opera este tipo de violencia estructural?
Solamente ponemos el foco cuando se produce un asesinato y mientras tanto nos vamos olvidando. No solamente de la violencia que se ejerce en el ámbito de la pareja o expareja, sino también de los otros rostros de la violencia. Me refiero a los rostros de las nuevas competencias que asumimos a partir del viernes, por ejemplo, víctimas de violencia sexual, de trata, de mutilación genital femenina, de acoso. La sociedad es intolerante hacia la violencia de género que ocurre en el ámbito de la pareja, pero es mucho más tolerante con esos otros rostros de la violencia que acabo de señalar. Queda bastante por hacer en nuestra sociedad.
¿Cómo llegan las mujeres al juzgado, en qué situación? ¿Conocen sus derechos y los recursos que les ofrece el sistema?
Cada caso es diferente, pero siempre he abogado por la existencia de las oficinas de asistencia a las víctimas con carácter previo a la interposición de la denuncia durante el procedimiento penal, y también, en un momento posterior al de la ejecución.
Muchas de ellas vienen simplemente de presentar una denuncia en la policía y no saben cómo es el sistema penal, qué es lo que se van a encontrar realmente en el mismo. Si tiene la totalidad de pruebas como para poder acudir en ese momento ante el órgano jurisdiccional. Considero que la creación de estas oficinas de atención a la víctima en los juzgados son fundamentales. Es cierto que se crearon sin ningún tipo de previsión económica, lo cual, en mi opinión, es un desastre. Si tuviéramos realmente efectivas estas oficinas con carácter previo a la denuncia, otra cosa cantaría. De ahí, la necesidad de su existencia y de su materialización.
Ha repetido varias veces que los jueces y juezas necesitan tomarse su tiempo con una mujer que acude al juzgado. ¿Por qué es tan importante?
La escucha activa a las mujeres es fundamental. Además, hacerlo con cercanía y empatía. Eso no resta ningún tipo de imparcialidad por parte del juez o la jueza. Tenemos que escuchar, estamos hablando de cuestiones totalmente íntimas y se tiene que hacer en un espacio seguro, sin ningún tipo de intervención de terceras personas, en las que ellas se encuentren confiadas y en las que nos puedan hablar.
Si lo consideramos y tratamos como a víctimas de un hurto o un robo, pues no nos sirve, no funciona. Porque no estamos tratando la nada o un objeto, estamos hablando de la vida de una mujer. De cuestiones personales que, en muchas ocasiones, ellas mismas se sienten avergonzadas de haber tenido ese tipo de parejas, cuando de ellas no depende esa situación.
A partir del viernes, los juzgados de violencia asumen más competencias. ¿Eso supone, en la práctica, que no podrán dedicar tanto tiempo a cada víctima?
Es necesario que se lleve a cabo un incremento, tanto de medios de carácter personal, como de carácter material. Es esencial no solamente que existan jueces y juezas especializados en violencia, si no también funcionarios y funcionarias que sean especialistas en la materia, o que por lo menos sepan tramitar procedimientos penales, lo que cual parece bastante obvio, pero te puedo decir que muchas veces escasea.

¿Qué va a ocurrir a partir de este viernes?
Va a suponer un colapso en la totalidad de los asuntos porque, repito, tienen que poner más jueces, tienen que poner más funcionarios y tendrían que poner más fiscales, es decir, todo tiene que ir acompañado de medios porque si no estamos en las mismas. ¿De qué vale poner una jueza más o un juez más en un juzgado si después no hay funcionarios que puedan tramitar esos asuntos? Esto es va a suponer un colapso total.
¿La atención a las mujeres se verá mermada?
Sobre todo va a dar lugar a que los procedimientos se vayan a ralentizar. Eso va a ser una cosa obvia si seguimos en las mismas. Y supone que vayamos más rápido y no se le dé la atención suficiente a las mujeres, aunque intentaré por todos los medios darla, pero repito, dependerá de de los medios que pongan nuestro alcance.
Es importante que personal especializado atienda a las mujeres que han sufrido algún tipo de violencia machista. ¿Es un derecho? ¿Por qué?
Eso es lo que dice el Estatuto Jurídico de la Víctima que tenemos derecho a que nos acojan personas que tengan la especialización o la formación necesaria. Es fundamental. Es esencial saber en qué momento se encuentra la víctima, en qué parte del proceso se encuentra a nivel emocional para poder entender porque en algunos momentos quiere renunciar a declarar, por ejemplo. Quizá la podamos recuperar.

Es importante ofrecerle los servicios públicos de atención a las víctimas si todavía no lo tienen claro, que se informen y acudan para que sean informadas de lo que son sus derechos antes de comenzar la acción penal. Muchas de ellas vienen y dicen: ‘No, no, yo no quiero declarar’. Pero cuando veo que hay una falta de formación y de conocimientos le digo: ‘Piénseselo. Se lo puede pensar, vaya usted primero a este recurso y después dentro de unos días puede venir de nuevo’. En ese sentido, podemos salvar a algunas mujeres.
¿Está de acuerdo en que los juzgados de Violencia contra la Mujer asuman toda la violencia de género?
Estoy totalmente de acuerdo. No es un capricho del legislador. Se trata precisamente de poner en marcha lo que es el Pacto de Estado del año 2025, igualmente también el de 2017, cuando ya nosotros ratificamos en agosto del año 2014 lo que es el Convenio de Estambul. Creo que cualquier ataque que se haga a la mujer por el solo hecho de ser mujer es violencia de género y, por lo tanto, debería ser asumido por estos juzgados. Pero claro, la segunda parte, con medios suficientes.
¿La formación especializada y la perspectiva de género son fundamentales?
Los jueces y juezas llegan formados a través del Consejo General del Poder Judicial. En cambio, lo que es la perspectiva de género va en cada uno de nosotros. Es decir, la perspectiva de género no se aprende, Crees en ella o no. Gracias a ella podemos interpretar la norma para evitar precisamente esa desigualdad, pero depende de cada uno.
Si algo de lo que has leído te ha removido o sospechas que alguien de tu entorno puede estar en una relación de violencia puedes llamar al 016, el teléfono que atiende a las víctimas de todas las violencias machistas. Es gratuito, accesible para personas con discapacidad auditiva o de habla y atiende en 53 idiomas. No deja rastro en la factura, pero debes borrar la llamada del terminal telefónico. También puedes ponerte en contacto a través del correo o por WhatsApp en el número 600 000 016. No estás sola.