En 2003, las series televisivas españolas cambiarían para siempre. Una producción revolucionaría el panorama, y en muy poco tiempo, acabaría en la cultura popular del país. Pero, si ya han pasado 22 años desde su estreno, ¿por qué ves “Aquí no hay quién viva”?
Una psicóloga ha revelado el efecto que tiene esta serie sobre las personas que aún la ven prácticamente a diario. Pues no es por casualidad o por gusto, ya que este suceso va más allá de la nostalgia.
Desengaño 21, más vivo que nunca
Aquí no hay quien viva es una serie de comedia que enganchó a los espectadores desde el principio. No sólo se tuvo que ampliar la primera temporada de 14 a 17 episodios ante la demanda, sino que esta no dejó de crecer temporada tras temporada. Superó el 30% de cuota de pantalla de media en cada una de ellas, con picos de más de 8 millones de telespectadores en más de una ocasión.
Fue una serie con un rodaje muy exigente, como han ido contando los propios involucrados con el paso de los años. Recientemente, lo hizo Laura Pamplona, quien dio vida a Alicia en la serie.
Ahora, esta serie se puede encontrar en HBO Max, Netflix, Prime Video y, recientemente, incluso en Disney+. Parece que, no tener en el catálogo esta producción, es estar un escalón por debajo en la batalla de los servicios de streaming en nuestro país.
Pero, ¿por qué existe una alta demanda de esta serie, después de unos 19 años desde la emisión de su último episodio? ¿Por qué ves Aquí no hay quién viva una vez tras otra? La psicología parece tener la respuesta a estas cuestiones.
Por qué ves Aquí no hay quien viva sin parar, según la psicología

La psicóloga Irene Ampuero López, del Instituto Cláritas, ha hablado sobre qué hay detrás de las personas que siempre ven esta serie de los hermanos Caballero e Iñaki Ariztimuño.
En primer lugar, señala lo evidente, y es que les gusta mucho. Es un reforzamiento positivo, según se define en el mundo de la psicología. Entonces, apetece verla con cierta frecuencia.
Pero ese gusto también refleja una rutina, un lugar seguro. No hay incertidumbre, sabes lo que va a pasar y conoces bien a estos personajes. Funciona como un rincón donde “desconectar y bajar el ruido mental”, especialmente cuando estamos cansados, señala Ampuero.
Asimismo, también es importante saber que la ansiedad y la nostalgia son otros dos motivos de peso para entender por qué ves Aquí no hay quién viva en bucle. La experta indica que es posible que eches en falta el pasado, buscando el bienestar de esos días, tratando de huir o de amortiguar el dolor del presente.
La ansiedad por lo que te sucede o te podría suceder en el futuro también te acecha, encontrando en “esta, nuestra comunidad” una compañía simbólica que te ayuda frente a las inseguridades.
Para las personas más solitarias, según explica la psicóloga, puede funcionar incluso como una especie de terapia frente a esa soledad. Si es tu caso, Irene recomienda buscar opciones enfocadas en la vida real.
Ampuero López evidencia la cercanía de los personajes y de sus situaciones, aunque algo estrafalarias y exageradas en ocasiones, pero que representan sentimientos y conflictos que dan una “sensación familiar”. Y, en última instancia, ver sus capítulos antes de dormir es una muestra de que ayuda a conciliar el sueño en las personas que encuentran confort en ella.
En pocas palabras, Aquí no hay quien viva es una especie de terapia para muchos españoles y españolas.