Tabaco sin humo

El Cubo, el lugar desde el que Philip Morris persigue un futuro libre de humo

La empresa tabacalera muestra el centro sobre el que pivota su apuesta para desarrollar alternativas sin humo al tabaco tradicional

El Cubo
Centro de investigación El Cubo

Philip Morris, la mayor productora de tabaco en el mundo, empresa con origen en Nueva York que cuenta con 38 millones de usuarios adultos de productos sin humo en todo el mundo, fijó en Neuchâtel su centro de investigación para este tipo de productos, línea a la que ha destinado más de 14.000 millones de dólares desde 2008. En un entorno idílico y en una ciudad tranquila y pequeña en el noroeste de Suiza, la empresa busca revertir la industria en la que ya una vez fue pionera.

En este enclave tuvo lugar la semana pasada Technovation 2025, un evento en el que los principales responsables de la compañía repasan la actualidad del mercado del tabaco calentado y de la propia empresa, así como los desafíos a los que se enfrenta. Claramente, una tendencia de crecimiento se impone entre los fumadores: según se lee en sus resultados del primer trimestre de 2025, “un 42% de nuestros ingresos netos a nivel global proceden ya de nuestro negocio sin humo“. Asimismo, “existen 23 mercados en los que las alternativas sin humo superan el 50% de nuestros ingresos netos”. Dos evidencias de cómo ha cambiado el mercado del tabaco.

Los cigarrillos, en un museo

Sin embargo, hasta “poner los cigarrillos en un museo“, consigna repetida numerosas ocasiones por los ponentes del evento, aún queda un largo trecho por recorrer. Dentro de esos productos sin humo, la empresa cuenta con tabaco calentado, cigarrillos electrónicos y productos orales de nicotina distribuidos por 95 mercados de todo el mundo. Esta parte del negocio genera el 42% de sus ingresos, pero el objetivo es que sea más de dos tercios en 2030.

En particular, el tabaco calentado, que la empresa comercializa a través de Iqos, su buque insignia, ha superado a la icónica Marlboro, una de sus marcas de tabaco tradicional más importantes, tras cosechar el año pasado ventas de más de 10.000 millones de dólares a nivel mundial (unos 8.830 millones de euros).

Tommaso Di Giovanni, responsable de comunicación de la firma, señaló: “La OMS estima que existen más de 1.000 millones de fumadores en el mundo y nosotros nos preguntamos: ¿Podemos hacer algo sobre esto? En 2009 construimos este edificio para abordar esta pregunta y cinco años después ofrecimos la primera prueba piloto de IQOS en Milán (Italia) y Nagoya (Japón). El test tuvo tanto éxito que en 2016 anunciamos nuestra misión de convertirnos en una empresa smoke-free“.

Por su parte, el consejero delegado de la compañía, Jacek Olczak, afirmó que, según sus cálculos, a partir de 2030 la multinacional hará emerger proyectos no ligados al tabaco que ya tiene en desarrollo, al tiempo que se declaró “muy abierto” a adquisiciones corporativas, aunque no necesitado de ellas.

“Nuestro foco hoy es alcanzar ese mundo libre de humo, pero en el momento en que pasemos el 50 por cierto o los dos tercios de los ingresos libres de humo [algo que estiman que ocurra en 2030], muchos de los proyectos en los que estamos trabajando van a alcanzar la superficie. Hoy simplemente distraería la atención de la organización de lo que tienen que hacer”, declaró en una entrevista con Europa Press durante las mismas jornadas.

Posición “irracional” del estado

Asimismo, el máximo directivo de la compañía aseguró que la posición de algunos gobiernos o ministros de sanidad contra los nuevos productos de tabaco es “irracional” y que no entiende cómo tras más de una década de nuevos productos, de investigación y de ciencia hay algunos legisladores que siguen defendiendo que no hay suficiente información.

“Espero que no pasen 100 años para que algunos tengan que reconocer que estábamos en lo cierto”, aseveró Olczak, en referencia al siglo que tardó el mundo en reconocer que era cierto que la tierra giraba alrededor del sol.

El consejero delegado de Philip Morris, Jacek Olczak, durante Technovation 2025

Para Olczak, la actitud de algunos gobiernos rozaba la “estupidez”: “Cómo explicas la irracionalidad” en la que considera que algunos países se han instalado. “Obviamente al principio los gobiernos no tienen suficiente conocimiento, y necesitan más tiempo para leer la ciencia, asesores que consultar o expertos, lo pillo, pero llevamos aquí 10 años y 10 años es un montón de tiempo”, razonó.

Olczak insistió en que en este tiempo que ha pasado “puedes terminar la carrera de medicina y estar ejerciendo, o ser un ingeniero; ¿y todavía dicen que no hay suficiente ciencia? Diez años atrás de acuerdo, cinco puede ser, pero diez años más tarde creo que aquí hay algo que nos estamos perdiendo”, lamentó. “Que no hay ciencia no es verdad y no solo es que haya ciencia sino que hay ciencia que puede ser verificada por otros. Esto no es religión, que necesitas creer en algo, esto es ciencia, hay un método, una hipótesis, hago pruebas y tengo los resultados. Si no confías lo puedes replicar, puedes hacer análisis, puedes hacer lo mismo y con el mismo método y ver si los resultados son los mismos o no. Nadie le dice a las farmacéuticas que hay una ciencia de ellos detrás de la medicina. Obviamente, ¿quién va a invertir? Pues las compañías farmacéuticas. Casi toda la investigación ha sido financiada por el sector privado”, sostuvo.

Además, sostuvo: “Ningún país está reduciendo tasa de fumadores en 10 años al 50%” tal y como ha hecho Japón después de aceptar de manera masiva la comercialización de estos productos. “Los países que están siguiendo las recomendaciones de la OMS lo han conseguido apenas en un par de puntos y hay casos como Australia donde no solo han perdido la recaudación y favorecido el mercado ilegal, sino que además han comenzado a producirse crímenes violentos”, lamentó.

Confiar más en Philip Morris que en la OMS

El máximo directivo de la multinacional explicó durante la mañana, también, que la gente “debería confiar más en PMI que en la OMS” porque la tabacalera dice que hay “alternativas no exentas de riesgo pero mejores que el cigarrillo”, mientras que la OMS “se limita a decir que no te fíes de Philip Morris y que no hay ningún producto mejor que los cigarrillos”.

Adicción al dinero del tabaco

Además, acusó la postura “incomprensible” de algunos gobiernos que dan la espalda a los nuevos productos, mientras siguen permitiendo el cigarrillo, como una actitud de alguien “adicto al dinero del tabaco“. Y eso, sostuvo, situaría el debate en unos términos “inmorales”, de gobiernos no queriendo que los ciudadanos se beneficien de una innovación para ellos poder seguir “beneficiándose” del dinero en impuestos del tabaco.

Interior de El Cubo

Miles de millones en productos nuevos

“Cada vez que retrasamos más la entrada de estos productos vemos que estamos perjudicando a los fumadores actuales” lamentaba tras poner en valor el esfuerzo inversor de su compañía para minimizar el impacto en la salud de sus consumidores. “Para ser muy sinceros no toda la industria ha invertido miles de millones en productos nuevos” resaltaba, lanzando un órdago a los gobiernos: “Si tienen la evidencia científica de que fumar mata, y que estos productos son mejores que el cigarrillo de siempre, ¿por qué hay países que ilegalizan estos productos menos dañinos? No tiene sentido”.

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