En un sector que vive en tensión constante entre avance técnico y desgaste reputacional, donde cada nuevo ciclo desplaza certezas antiguas, Veronica Wong, consejera delegada y fundadora de SafePal, se mueve con la visión de la épica en un intento de llevar el mundo crypto a todo el mundo“. Su discurso, directo y estructurado, plantea que la evolución de Web3 no depende solo de nuevas herramientas, sino de un ajuste profundo entre impulso innovador y uso práctico. Un equilibrio que ella sitúa en el centro del futuro del ecosistema.
Wong evita el entusiasmo fácil cuando habla de Web3 y lo define como un entorno que se encuentra aún en fase inicial, un escenario en construcción que genera preguntas sobre su diseño y sus límites. Sostiene que la arquitectura actual de la industria necesita una revisión, no porque sus bases estén rotas sino porque se levantaron con rapidez en un periodo de euforia que dejó poco tiempo para reforzar pilares esenciales. Y cuando se refiere a este proceso, lo explica con la idea de que la Web3 avance deconstruyendo partes de sí misma. Digamos que exige analizar qué tecnologías sirven y cuáles solo funcionan como promesas que nunca se concretaron.
5.700 millones de dólares
Su argumento se apoya en un movimiento que ya se observa en los datos. El crecimiento del valor total bloqueado en activos del mundo real (RWAs por sus siglas en inglés) ha superado los 5.700 millones de dólares y existen previsiones que sitúan ese mercado por encima de los 10 billones. Wong interpreta estas cifras como una señal del interés por aplicaciones conectadas a necesidades tangibles, como pagos transfronterizos o sistemas de custodia, frente a proyectos centrados en metaversos que dependen de una comunidad más reducida.

No descarta que estos últimos vuelvan a ocupar un lugar importante, pero considera que solo lo harán una vez que Web3 disponga de una infraestructura sólida. “Los aspectos más experimentales tendrán su tiempo”, explica en una entrevista reciente. “Lo tendrán cuando las bases estén claras“.
Esta posición contrasta con la nueva etapa del sector, marcada por un auge acelerado durante el verano de 2020 y el mercado alcista de 2022, periodos en los que surgieron propuestas sin modelo de negocio verificable, plataformas sin producto real y esquemas que se sostenían sobre expectativas de rentabilidad sin relación con su actividad. Para Wong ese escenario ha perdido fuerza por la retirada de capital y por la mayor cautela de los fondos de inversión. El endurecimiento del proceso de selección de proyectos ha provocado que muchos actores sin recursos estables hayan desaparecido, dejando espacio para modelos que buscan utilidad clara.
Una posición singular
El cambio, afirma, debe interpretarse como un ajuste necesario. Los usuarios avanzan en la misma dirección. Cada vez preguntan más por el funcionamiento real de los proyectos y menos por el precio futuro de un token. También comienzan a buscar información sobre estrategias de mercado, base tecnológica, flujos de ingresos y riesgos. Este desplazamiento en el comportamiento de la comunidad obliga a las plataformas a sostener una relación distinta con su audiencia y a ofrecer algo más que expectativas. “Los proyectos tendrán que aportar valor de forma constante si quieren sobrevivir”, dice Wong.
En ese mapa general, su compañía SafePal ocupa una posición singular. La compañía nació en 2018 con la idea de ofrecer una solución de auto custodia que fuera accesible sin renunciar al control directo del usuario. Desde entonces ha crecido de forma sostenida hasta superar los 13 millones de usuarios en más de 200 regiones, con productos que incluyen un monedero hardware, una aplicación móvil y una extensión de navegador. Su propuesta se centra en la seguridad, en la experiencia de uso y en la interoperabilidad entre cadenas. Un conjunto que, según Wong, responde a necesidades que hasta ahora estaban dispersas entre servicios muy distintos.
Experiencia en tecnología
El origen de su visión se encuentra en su trayectoria previa. Wong trabajó durante años en compañías de gran tamaño del sector tecnológico y del comercio electrónico, entre ellas Tencent. Allí adquirió una comprensión de procesos a gran escala que le permitió trasladar esa experiencia a un espacio donde casi todo se desarrollaba sin patrones claros. Su salto al mundo de las crypto no fue consecuencia de una intuición súbita, sino del análisis de un entorno que avanzaba sin orden y del convencimiento de que la seguridad y la estructura serían elementos decisivos cuando el sector madurara.

SafePal ha orientado su trabajo hacia tres frentes: protección frente a ataques, simplificación del uso y compatibilidad entre distintos ecosistemas. Cada uno responde a una necesidad que se hizo visible con el crecimiento del mercado. El aumento de ataques de phishing y estafas ha generado desconfianza, y Wong insiste en que es imprescindible un estándar básico común. Propone un sistema universal que permita evaluar riesgos de aplicaciones descentralizadas y comunicar de forma clara cualquier irregularidad.
También plantea que el ecosistema necesita un proceso de incorporación unificado para nuevos usuarios, que incluya instrucciones sobre auto custodia, claves, gas y funciones esenciales. Este mecanismo, según defiende, podría reducir incidentes que cada año provocan pérdidas significativas y erosionan la credibilidad de Web3.
Ecosistema en equilibrio
La descentralización, la transparencia y la apertura seguirán siendo, para ella, los principios sobre los que se construirá el futuro del sector. Cree que un estándar común de seguridad es compatible con un sistema sin permisos. Y sugiere que el reto consiste en combinar inventiva con estructura, porque sin estructura la invención se convierte en ruido. El interés institucional también se mueve hacia esa dirección. El avance de los activos del mundo real y de los sistemas de pago con tecnología blockchain está reactivando el contacto entre empresas tradicionales y plataformas Web3.
Wong cita los casos de Grab y Visa como señales de que la integración avanza, aunque sea de forma gradual. La expansión del mercado dependerá de esa relación.

Cuando Wong describe el futuro del sector lo hace con un enfoque que evita predicciones rotundas y apuesta por escenarios en los que la estabilidad será un factor tan relevante como la innovación. No cree que Web3 necesite repetir el ciclo de euforia y caída que marcó sus primeros años. Tampoco piensa que el sector deba renunciar a su espíritu original. Su punto de partida es construir un ecosistema donde la tecnología funcione para resolver problemas concretos y donde la navegación sea comprensible para usuarios que llegan sin experiencia previa.
Autonomía sin barreras
Wong defiende que la capacidad de controlar activos sin intermediarios es uno de los núcleos de Web3 y que esa capacidad necesita herramientas que no generen barreras.
Su misión, dice, consiste en ofrecer la infraestructura que permita a cualquier persona gestionar su actividad sin depender de grandes plataformas centralizadas. Wong no habla de ciclos ni de precios. Habla de estructura y de seguridad. Un territorio que, según ella, sólo alcanzará su potencial cuando encuentre un equilibrio entre libertad técnica y responsabilidad colectiva. Un equilibrio que ella desea situar desde SafePal.


