Guerra en Gaza

Netanyahu ignora la creciente oposición interna

El líder de la oposición critica los planes del primer ministro: "Es un desastre que conducirá a muchos más desastres"

Árabes israelíes protestan contra la guerra en Gaza y la hambruna causada
EFE/EPA/ATEF SAFADI

Finalmente, Israel ocupará Gaza. Ese es el plan que ha orquestado y ordenado el mandatario israelí, Benjamin Netanyahu, a su ejército.  El plan consistirá en la toma de Gaza de manera progresiva, expulsando de esa forma a la milicia palestina de Hamas y rescatando a los rehenes. Una vez terminada la operación, establecerán un perímetro de seguridad, pero no controlaran la franja políticamente.

Realmente, el plan no difiere mucho de la hoja de ruta seguida hasta el momento, sitiando Gaza y con una desenfrenada ofensiva militar. Ya son más de 61.000 los palestinos asesinados, y más de 150.000 los heridos, y todavía se estima que quedan unos 20 rehenes vivos en la Franja.  

Gaza
Un avión militar sobrevuela la parte norte de la Franja de Gaza durante una operación de lanzamiento aéreo de ayuda humanitaria

Netanyahu pretende, entonces, poner fin a la guerra intensificándola, desplazando a los palestinos y entrando con todo a Gaza. Ante esta planificación, no son pocas las voces que han mostrado su desacuerdo y descontento con lo planeado hasta dentro de Israel. Tras más de 22 meses de ofensiva, y tras haber destruido la gran mayoría de la franja, todavía hay muchos rehenes por rescatar. Además, el coste de la guerra y el genocidio que se está infligiendo a la población palestina hacen que cada vez más voces pidan un alto el fuego.  

Los israelíes ya no confían en Netanyahu

Miles de personas se congregaron este jueves en varias ciudades de Israel para protestar contra el plan para profundizar la ofensiva en Gaza. Estas personas han pedido un alto el fuego para liberar a los rehenes que quedan en la Franja (20 vivos y 30 muertos). La población civil cree mucho más oportuno un intercambio de rehenes y prisioneros antes que continuar con las matanzas indiscriminadas.  

El gabinete de seguridad del Gobierno de Israel dio luz verde en la madrugada de este viernes a un plan militar propuesto por Netanyahu para ocupar la Ciudad de Gaza, en el norte del enclave y que acoge a un millón de personas.  De esta forma, Israel continuará con su afán sionista de expansión territorial.

No hay razón para continuar con esta guerra. Después de lo que hicimos durante el último año y medio, sin cosechar éxitos, no podremos conseguir nada ahora“, dijo Miri Wolf, una de las manifestantes a EuroNews. “Ellos (el Gobierno israelí) solo quieren retener la Franja de Gaza y construir allí un nuevo asentamiento. Se quedarán allí, morirán soldados y los rehenes volverán en sacos negros. Eso es lo que ocurrirá”, añadió.

Protestas en Jerusalén de familiares de rehenes israelíes contra el gobierno de Netanyahu
EFE/EPA/ABIR SULTAN

Y es que no es la primera vez que la población israelí se planta ante la continuación y las brutalidades de la guerra.  Masivas manifestaciones también tuvieron lugar el pasado mes de marzo, cuando Israel rompió el alto el fuego acordado con Hamas.  Ante esto, una de las manifestantes afirmó a TVE que Netanyahu “solo quiere salvarse él mismo, no le importa nada el pueblo.”  Otra de ellas afirmó “somos la mayoría y queremos la paz entre los pueblos, a pesar de que el mundo piensa que todos estamos por la guerra”.

Oposición política y militar

El líder de la oposición israelí, Yair Lapid, criticó también la decisión del Gobierno de Netanyahu de ocupar Ciudad de Gaza. Afirmó que el plan “es un desastre que conducirá a muchos más desastres”.  

El opositor también declaró en su cuenta de Twitter que los rumores de un desentendimiento entre gobierno y ejército son reales.  Afirmó que Netanyahu está “en completa contradicción con la opinión del Ejército y de los funcionarios de seguridad” y que no tiene en cuenta “el desgaste y el agotamiento de las fuerzas combatientes”.

Y es que el propio jefe del ejército, Eyal Zamir, ha prestado unas declaraciones corroborando esta versión. Quien fue en su día asesor de Netanyahu, ahora se enfrenta a su plan para ocupar Gaza: “Estamos agotados, nuestros instrumentos de guerra necesitan mantenimiento, y tenemos serias preocupaciones sobre las condiciones humanitarias de los palestinos”,  habría llegado a exponer Zamir a Netanyahu en la reunión, según el Canal 12 israelí.

Manifestantes israelíes y árabes contra la guerra y la hambruna provocada por Israel en Gaza
EFE/EPA/ABIR SULTAN

La Knesset también se le echa encima

La grave crisis humanitaria causada por Israel en Palestina está presente también en distintas críticas políticas, y no deja de estar presente.  Yair Golan, político de izquierdas y excomandante adjunto de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI), también se ha unido a sus compatriotas.  Expuso que “Un estado sensato no libra una guerra contra civiles, no mata bebés por afición ni se fija el objetivo de despoblar a la población”, declaró en el popular programa matutino de noticias de la radio pública israelí.

Como respuesta, el primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, calificó estos comentarios como un “libelo de sangre”, pero las críticas no cesan.  Un expresidente del parlamento israelí, Avraham Burg, también dijo hace poco: “Me pregunto si Israel sigue mereciendo su existencia”.  Y el pasado 5 de agosto el diputado israelí Ofer Cassif, miembro del partido de izquierda Hadash, fue expulsado del parlamento por denunciar las prácticas genocidas de Israel.

Árabes israelíes protestan contra la guerra en Gaza y la hambruna causada
EFE/EPA/ATEF SAFADI

La oposición contra el gobierno sionista crece y crece tanto dentro como fuera de Israel, pero Netanyahu no cambia su estrategia.  Expertos afirman que Israel se encuentra en camino de convertirse en un estado paria de mantener sus prácticas en Palestina ante el descontento.  Y, quien sabe, cabe la posibilidad que solo la gente de Israel pueda frenar las atrocidades de su gobierno radical.