El Gobierno esperaba un pleno “muy duro” este miércoles; “a vida o muerte”, como reconoce un ministro. A tiro pasado, presume de que Pedro Sánchez lo ha “superado”, ganando tiempo y oxígeno político. Logrando que ninguno de sus aliados parlamentarios, con la excepción de Coalición Canaria, le exijan someterse a una cuestión de confianza. La moción de censura sigue siendo inviable.
“Esperábamos que los socios fuesen comprensivos y nos vamos con una sensación de que hemos ganado la cuestión de confianza”, aseguran fuentes del Ejecutivo. Justifican su triunfalismo en que “el PP planteaba así” este debate; como un test de los apoyos que aún le quedan a Sánchez. Mantiene todos, menos el voto de la diputada canaria Cristina Valido, la que le pide que se arriesgue a un debate que el presidente ni siquiera quiere contemplar.
Desde el estallido del caso Santos Cerdán, hace exactamente cuatro semanas, han vivido pendientes de las posibles nuevas ramificaciones de la trama corrupta. Ese miedo no ha desaparecido, pero hoy mantienen que tienen que confiar en quienes integran sus filas hasta que haya nuevos indicios sobre la mesa. “No podemos vivir con la ansiedad de qué puede salir”.
De momento, sus aliados les han salvado, si bien tanto ERC como el PNV han presentado un ultimátum: el primero advierte de que le exigirá elecciones si la corrupción salpica a nuevos socialistas ilustres o figuras del Ejecutivo -sin mucha concreción-.
El segundo exige más explicaciones, o aboca a Sánchez -en una fecha por desvelar- a someterse a una cuestión de confianza, a dimitir o a convocar elecciones. Ni Esquerra Republicana de Cataluña ni el Partido Nacionalista Vasco contemplan pulsar el botón nuclear para sumarse a una moción de censura, y el Gobierno lo sabe. Advierten de que se reservan la opción de no seguir sirviéndoles de salvavidas, aunque de facto también descartan empujarles al vacío.
Gran parte del éxito de este lunes, aseguran distintas fuentes de ambos socios del Gobierno, lo atribuyen al PP y a la estrategia seguida por su líder, Alberto Núñez Feijóo. Destacan que, si bien Feijóo evitó la confrontación con Junts per Catalunya, sí buscó el cuerpo a cuerpo con el PNV. “El PSOE acabará pactando con Bildu, le acabarán llamando facha. Se van a quedar sin Gobierno [en Euskadi], sin principios y sin votantes. Allá ustedes, señorías”, espetó el presidente del Partido Popular a los jetzales.
“¿Piensa de verdad que el PP va a llegar a gobernar desacreditando al adversario y tratando de confundir a la opinión pública con bulos y con mentiras?” “¿Cree que de esta manera el PNV puede darle su apoyo?”, le reprendió Maribel Vaquero, portavoz del partido de Aitor Esteban.
Lejos de reconstruir, ahondaban en la brecha que les separa, para satisfacción del PSOE y del Ejecutivo. En esa intervención, además, Vaquero pasó de cargar contra el presidente del Gobierno, al que antes había reprendido por no aportar nuevas explicaciones, a centrar todos sus dardos en el PP.
El Gobierno se frota las manos ante los dardos de Feijóo al PNV y obvia las saunas
“Si Feijóo se empeña en darles caña a ellos, normal que le den caña”, reaccionaron desde Ferraz. “Lo que mejor ejemplifica lo que hoy hemos vivido aquí es la actuación del PNV”, apuntaron fuentes de Moncloa. Esto es, en palabras de un dirigente de Sumar, “que el único efecto” de las palabras de Feijóo sobre los aliados de Sánchez ha sido que logró “cohesionarlos”, en un momento en el que tenían sobrados motivos para marcar distancias con el presidente.
Fuentes de Moncloa consideran que Feijóo ha estado “torpe”: “Están haciendo tanto ruido que están a punto de cruzar la línea en la que acaban molestando”. “Son el propio PP y Vox los que obligan al resto de los diputados a tomar bando”, apostillaron.
Apenas 24 horas antes del pleno, desde el Ejecutivo advertían a los aliados parlamentarios de que su tono en este pleno ya les colocaría en un “bando” concreto. Venían preparados para una jornada “mucho más dura”, pero creen que los excesos han acabado perjudicando al líder de la oposición.
En este contexto enmarcan las palabras de Feijóo en las que aludió al negocio de saunas del padre de la esposa del presidente, Sabiniano Gómez, ya fallecido. Llegó a acusar a Sánchez de ser “partícipe a título lucrativo del abominable negocio de la prostitución”. A posteriori, fuentes del PP intentaron acotar esta acusación y destacaron que Moncloa no negaba esta afirmación.
“Ha pasado una línea roja, una nueva mazmorra”, afirman desde Moncloa. Creen que Feijóo sólo se ha atrevido a evitar el uso de la palabra “presunto” porque en el Congreso está protegido por su inviolabilidad parlamentaria”: “Sabe que es delito lo que ha dicho”. “La estrategia es decir que el presidente es corrupto y putero”, lamentan.
Pese a las críticas por la insuficiencia del paquete de 15 medidas planteado; la falta de presupuesto y de plazos (entre uno y dos años para evaluar su ejecución); la tardanza y por su recurso al “y tú más”, Sánchez salvó el partido.
Incluso sin aportar muchos más datos sobre el escándalo de Cerdán: apenas reveló que en 2024, cuando empezaron a publicarse las primeras informaciones periodísticas, cuestionó a su secretario de Organización por su veracidad. Entonces optó por confiar en la inocencia de Cerdán, dada su “vida sencilla”.
El presidente volvió a pedir perdón, a reconocer que se equivocó al confiar en su exnúmero tres (y en su antecesor). A presumir de la ambición del paquete de medidas, que previsiblemente no empezará a tramitarse antes de septiembre. José Luis Ábalos, el otro exsecretario de Organización del PSOE imputado en el caso Koldo, no apareció en el hemiciclo en este debate. Sin quererlo, era uno de los protagonistas.
Díaz sale fortalecida
La vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, ha compaginado uno de sus días más dolorosos en lo personal con una de sus actuaciones más aplaudidas a la interna. Díaz se sentó primero en el escaño de la portavoz de su grupo, Verónica Martínez Barbero, y después subió a tribuna de oradores para responder al presidente del Gobierno del que forma parte.
Su padre falleció el martes por la tarde, y buena parte de sus señorías se prodigaron en gestos de cariño en esta jornada. Sánchez le dedicó sus primeras palabras desde la tribuna, emocionándola y provocándole el llanto.
Díaz exigió más ambición al presidente, en particular en lo que afecta a la agenda social por impulsar, pero en esencia ejerció como escudera y arremetió contra Feijóo. “En los días grandes es cuando se demuestra quién lidera”, alababa uno de sus parlamentarios. Distintos partidos del espacio político reconocían su desempeño. Y en Sumar sacaron pecho al atribuirse nueve de las 15 medidas planteadas por el presidente.
También hay dirigentes de este espacio que advierten de que ahora hay que “concretar en qué se traduce” este paquete de propuestas. Hay que ver “en qué se traduce para que no sea un brindis al sol”, apunta una de las voces clave en la confluencia.
Sánchez, mientras tanto, retoma este jueves su agenda internacional con una visita oficial a Roma. Habrá otros viajes en las próximas semanas, antes de que acabe el curso político. Ha salvado otra bala.