Restricciones al crédito

El Banco de España estudia imponer límites al crédito para vivienda

La ampliación de las restricciones excluiría del mercado hipotecario a los más vulnerables, en un contexto en el que una de cada cuatro mujeres que trabaja gana igual o menos que el SMI

Sede central del Banco de España.
Sede central del Banco de España.
Kiloycuarto.

En un país donde acceder a una vivienda propia se ha vuelto todo un reto, quienes están cada vez más cerca de conseguirlo pueden encontrarse con nuevas barreras. El Banco de España (BdE) baraja ahora la creación de un marco que le permita establecer límites a los estándares crediticios aplicados por los bancos comerciales. Aunque, por ahora, la entidad descarta que España se encuentre en una situación de burbuja inmobiliaria como la vivida antes de la crisis de 2008. Así, las mujeres que perciben el salario mínimo, presentes en los empleos más precarios y peor remunerados, podrían ser las primeras en sentir el impacto de estas posibles restricciones al crédito.

El BdE explica en la edición de otoño de su Informe de Estabilidad Financiera, publicado ayer, que “estos límites pueden fijarse sobre las operaciones de crédito nuevas, tanto a hogares como a sociedades no financieras”. El documento refleja que el Fondo Monetario Internacional (FMI) ha recomendado al Banco considerar la aplicación preventiva de estas condiciones a las hipotecas sobre viviendas si se detectan signos de relajación crediticia. España es, además, uno de los tres países de la eurozona que no cuenta actualmente con medidas de este tipo. 

Las hipotecas se recuperan

La medida llega tras la recuperación de la concesión de hipotecas. La demanda y entrega de crédito para vivienda ha crecido de manera significativa en los últimos años. En agosto de 2013 se firmaron 12.146 hipotecas. Mientras, en octubre de 2024, el pico más reciente, se registraron 51.897. Es decir, 39.751 más. Lo que equivale a cuatro veces la cifra anotada once años atrás.

Pero pese a la voluntad de establecer cotas al crédito, los países muestran una gran diversidad de criterios. Algunas naciones fijan límites sobre la relación entre el importe del préstamo y el valor de la vivienda. Otras, lo hacen sobre la proporción de la cuota hipotecaria respecto a la renta. Y algunas sobre el servicio total de la deuda frente a los ingresos. Esta heterogeneidad ha llevado al Banco de España a estudiar la creación de un marco propio.

Las mujeres, en primera línea de vulnerabilidad

Pero la posible restricción del crédito puede afectar especialmente a los colectivos más vulnerables. En España, los sectores feminizados concentran la mayor proporción de empleos precarios y con salarios bajos, como hostelería, comercio, cuidados y trabajo doméstico. Según datos del Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, del total de personas que cobra el Salario Mínimo Interprofesional (SMI), casi dos tercios son mujeres (65,8 %).

Además, una de cada cuatro mujeres que trabaja gana igual o menos que la prestación, que actualmente asciende a 1.184 euros brutos al mes en catorce pagas. Esto implica que cualquier aumento en los requisitos para acceder a créditos para el hogar podría dejar fuera del mercado financiero a quienes ya enfrentan condiciones económicas más difíciles, como madres solteras o familias monoparentales.

“Guerra hipotecaria”

El aviso del Banco de España, se produce semanas después de que muchas de las entidades financieras del país alertaran de que el mercado hipotecario español empezaba a mostrar signos “convulsos”. Los bancos tradicionales denunciaron que durante el mes de octubre las hipotecas a tipo fijo y a 30 años se estaban contratando en España por debajo del precio del dinero, que fija el BCE en el 2%. En este sentido, algunas firmas como Bankinter, BBVA o Santander, ya anunciaron una reducción de su actividad. Y consideran que la “venta de hipotecas es mucho menos rentable” por la alta competitividad. Lo que podría hacer presagiar un recorte en las condiciones.

Sin embargo, desde el BdE, señalan que, pese a la lucha por la cuota de mercado, “no se observa una relajación de políticas de concesión que comprometa la estabilidad financiera”. Por ello, Daniel Pérez Cid, director general de Estabilidad Financiera, Regulación y Resolución de la institución, argumenta que “no estamos en una situación en la que la excesiva competencia esté deteriorando los requisitos”.

Al mismo tiempo, Pérez Cid explicó que esta “agresividad comercial” puede comprimir los márgenes. Aunque destacó que “lo importante es que cada entidad valore cómo de razonable es según su modelo de negocio. Y si puede obtener ingresos por otras vías”.

¿Burbuja inmobiliaria?

El responsable de Estabilidad Financiera también descartó que España se encuentre en una burbuja inmobiliaria similar a la de hace más de quince años. Ni por la situación de los hogares ni por el estado del crédito. “Los datos nos indican que no estamos en un momento que se pueda caracterizar de esa manera“, afirmó.

En esta línea, el informe señala que, aunque los precios de la vivienda están creciendo, este aumento no es generalizado. Yse concentra en determinadas provincias más tensionadas. Además, defiende que la situación financiera de hogares y familias es “mucho más sólida” que en los inicios de la crisis de 2008.

En este escenario, el debate sobre la regulación del crédito pone de relieve otra realidad. Las decisiones financieras y regulatorias no afectan por igual a todos los ciudadanos. Mientras el Banco de España estudia cómo establecer límites que eviten riesgos sistémicos, son las personas con menos recursos, entre las que se encuentran las mujeres que perciben el salario mínimo, quienes podrían sentir primero las consecuencias de cualquier restricción. 

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