Casi cuatro décadas después de la explosión del reactor número cuatro de la central nuclear de Chernóbil, la tragedia ha vuelto a alcanzar a la familia Khodemchuk. Nataliia Khodemchuk, viuda del primer trabajador muerto en el accidente de 1986, falleció en Kyiv el sábado tras las heridas críticas que sufrió cuando un dron ruso impactó el viernes contra el edificio donde vivía. Tenía 73 años y arrastraba problemas de salud vinculados, según quienes la conocían, a las secuelas del desastre nuclear.
La muerte de Khodemchuk eleva a siete el número de víctimas mortales del ataque masivo con drones y misiles que Rusia lanzó entre el 14 y el 15 de noviembre sobre la capital ucraniana. El golpe aéreo dejó además decenas de heridos y daños en múltiples distritos. El edificio alcanzado, en la calle Honoré de Balzac del barrio de Troieshchyna, es conocido como la “Casa de Chernóbil”, un bloque donde viven antiguos trabajadores de la planta y sus familias.
Una vida marcada por la primera gran catástrofe nuclear
Su marido, Valerii Khodemchuk, era operador de bombas de circulación y trabajaba en el turno nocturno cuando el reactor 4 estalló. Se convirtió así en la primera víctima confirmada del peor accidente nuclear de la historia. La explosión lo mató al instante y su cuerpo jamás fue recuperado. Sus restos siguen enterrados bajo los escombros, dentro del sarcófago que cubre la estructura destruida del reactor.
Ambos se habían conocido en los años setenta en el comedor de Prípiat, la ciudad construida para los trabajadores de la planta. Allí formaron una familia con dos hijos —Oleh y Larysa— y una vida que quedó truncada cuando Nataliia fue evacuada horas después de la explosión.

Según relató la periodista ucraniana Tamara Khrushch, los habitantes recibieron la instrucción de preparar “solo pequeñas bolsas para tres días”. Ella escribió que, en realidad, “como se supo después, era para siempre”.
Tras su traslado forzoso desde Prípiat, las autoridades le asignaron un apartamento en la orilla izquierda de Kyiv. Aquel piso, donde vivió el resto de su vida, ardió la noche del ataque ruso. El impacto del dron provocó un incendio que le causó quemaduras en el 45% del cuerpo. Fue trasladada con vida al Centro de Quemados cerca de la estación Chernihivska, pero los médicos no lograron salvarla.
Tributos y conmoción en Ucrania
La muerte de Khodemchuk generó reacciones inmediatas. El presidente Volodímir Zelenski recordó tanto a Valerii como a Nataliia, destacando que él había sido “el único trabajador de la planta cuyo cuerpo nunca fue recuperado de entre los escombros” y subrayando que, casi cuarenta años después, “Nataliia fue asesinada en una nueva tragedia causada una vez más por el Kremlin”. El mandatario advirtió además que “los ucranianos que sobrevivieron a Chornóbil, que ayudaron a reconstruir el país después de aquel desastre, vuelven a enfrentarse al peligro: el terror de un Estado agresor”.
Russia’s massive attack on Kyiv on November 14 took the life of Nataliia Khodemchuk.
She was the wife of Valerii Khodemchuk, a circulating-pump operator at Reactor 4 of the Chornobyl Nuclear Power Plant, who died on April 26, 1986. He was the only plant worker whose body was… pic.twitter.com/eHk4WuzuC0
— Volodymyr Zelenskyy / Володимир Зеленський (@ZelenskyyUa) November 15, 2025
Las autoridades de la zona de exclusión también lamentaron profundamente la pérdida. Explicaron que Nataliia debía participar en una sesión fotográfica por el próximo 40º aniversario del desastre nuclear. En su mensaje, aseguraron: “Perdimos a una mujer que pasó por el infierno de Chornóbil, perdió a su esposo, crió a sus hijos y soportó tragedias que romperían a cualquiera. Pero no a ella”. Añadieron que vivió “con dignidad, amor y una fuerza tranquila que inspiraba a todos”.
Para quienes trabajaron con ella en proyectos de memoria histórica, su muerte fue especialmente dolorosa. “Estoy atónita”, escribió Khrushch, quien retrató a la viuda en diversas entrevistas. Recordó que muchos supervivientes de Chernóbil habían quedado nuevamente sin hogar tras el ataque: personas que ya habían perdido su vida anterior en 1986 y que ahora enfrentan un nuevo desarraigo.

El eco de Chernóbil en la guerra actual
El bloque de viviendas donde vivía Khodemchuk es también el hogar de Oleksiy Ananenko, el ingeniero que participó como buzo en la operación que evitó una segunda explosión en la planta en 1986. Él escapó ileso del ataque. Su historia, al igual que la de los Khodemchuk, ha sido recordada ampliamente, incluso en obras como la serie “Chernobyl” de HBO, donde Valerii fue interpretado por el actor Kieran O’Brien.
Con el fallecimiento de Nataliia, se extingue una voz que durante años mantuvo viva la memoria de su esposo. Visitaba con frecuencia la central, el monumento dedicado a él y su tumba simbólica en el cementerio de Mytyn. Sus nietos conservan ahora fotografías, recuerdos y relatos vinculados a la tragedia original y a las numerosas conmemoraciones en las que ella participó.
Mientras tanto, Ucrania vuelve a enfrentar riesgos para su seguridad nuclear. El propio Zelenski denunció que, en solo una semana, Rusia “lanzó cerca de 1.000 drones de ataque, casi 980 bombas aéreas guiadas y 36 misiles de diversos tipos”. Recordó que ataques previos alcanzaron infraestructuras energéticas y, en ocasiones, instalaciones vinculadas al sector nuclear, como el recinto que cubre el sarcófago de Chernóbil, dañado en febrero por un dron ruso.
Nataliia Khodemchuk quien sobrevivió a la catástrofe y a la evacuación forzosa, quien dedicó su vida a honrar al primer muerto del desastre, ha terminado siendo víctima de una nueva ola de violencia que vuelve a golpear al país.


