Se venía anunciando y así ha pasado. Rodrigo Paz, el líder del Partido Demócrata Cristiano, de centroderecha, ha vencido en la primera vuelta de las elecciones bolivianas con el 90% escrutado. Ha ganado con el 32% de los votos, imponiéndose al expresidente Jorge Quiroga, que obtuvo el 27% y con quien se disputará la segunda vuelta.
Entre el resto de candidatos, destaca el batacazo electoral de quien había liderado los últimos sondeos, Samuel Doria. El representante derechista se ha quedado fuera de la carrera presidencial tras apenas alcanzar el 19% de los votos. También el líder de izquierdas, Andrónico Rodríguez, no ha logrado pasar del 10% de votos, quedando relegado al cuarto puesto.

La izquierda boliviana y su ideología, que gobernó por 20 años en Bolivia, ha sido desbancada en estas elecciones en un giro a la derecha que se venía anunciando. La inhabilitación de Evo Morales y la renuncia a presentar candidatura del presidente Luis Arce han vaticinado un regreso a la derecha 20 años después.
Elecciones supervisadas y sin irregularidades
Ante el miedo de que se repitieran otras elecciones irregulares en Bolivia, las de este domingo han contado con varios observadores, como la OEA o la UE. Estas, que en 2019 se invalidaron alegando que hubo “manipulación dolosa” y “parcialidad de la autoridad electoral” durante los cuestionados comicios, todavía resonaban en la memoria de los bolivianos y bolivianas.
No obstante, los dos organismos internacionales han dado un avance sobre su análisis de transparencia de las elecciones. Las misiones de observación de la OEA y la UE destacaron la calma y “vocación democrática” con la que se desenvolvieron los comicios.
También existía una creencia generalizada que vaticinaba posibles disturbios a la hora de ejercer el voto por parte de los y las seguidoras de Evo Morales. El expresidente llamó a emitir votos nulos para, dada su inhabilitación para otro mandato, tratar de vencer electoralmente por otra vía.

“Si el voto nulo gana las elecciones, si el domingo el voto nulo saca 25 por ciento, Evo ganó las elecciones, compañeras y compañeros”, anunció en un mítin la semana pasada. El expresidente ha alcanzado de esta forma el 19% de los votos, con alrededor de 1 millón 250 mil votos nulos. Se ha registrado así el mayor número de votos nulos en ninguna elección presidencial anterior, pero no han sido tantos como esperaba Morales. De igual forma, ha celebrado la victoria del voto nulo, a pesar de posicionarse en cuarta posición, detrás de Doria.
Y en cuanto a la participación electoral, se han registrado 6.464.043 votantes, un 88,89% de la población registrada, y el mayor dato desde 2009.
¿Qué le espera ahora a Bolivia?
Los dos candidatos que han salido como vencedores se encuentran a la derecha del espectro político, algo que no sucedía desde 2002. Por aquel entonces Gonzalo Sánchez de Lozada se impuso y gobernó Bolivia durante un año, dimitiendo tras la represión que impuso ante protestas populares.
El candidato más votado, Rodrigo Paz, es ahora el favorito para alcanzar la cabeza del gobierno boliviano el 19 de octubre de este año. Hijo del expresidente en los años 90 Jaime Paz Zamora, ha agradecido a quienes hicieron posible este resultado inesperado. “Gracias a todos los hombres y mujeres que han hecho esto posible. Somos la voz de los que no aparecíamos en las encuestas, que no existíamos y no teníamos voz, Hay una Bolivia a la que no se la toma en cuenta”.
También ha hecho hincapié en como con su proyecto busca construir la reconciliación de Bolivia. De igual manera, busca retomar la fuerza productiva, estabilizar y generar gobernabilidad, y dirigir la economía, haciéndola “a favor de la gente y no del Estado”.

Por su parte, Jorge Quiroga representa un ala de la derecha más radical. Quien fuese presidente de Bolivia entre 2001 y 2002 asumió la presidencia por enfermedad del entonces presidente, Hugo Banzer, y su gestión fue para olvidar. Durante esta, el PIB de Bolivia creció en 1,2% (el más bajo de Sudamérica), la indigencia extrema se acrecentó notablemente, y el área rural exhibió altos índices de subdesarrollo humano.
Afirmó que en su partido van a “trabajar para todos los que nos quieren y los que no nos quieren tanto. Para todos los bolivianos que quieren olvidarse del socialismo.”