La exnadadora británica Sharron Davies, medallista olímpica y una de las voces más visibles en el debate sobre el deporte y la inclusión trans, ha dado un nuevo paso en su campaña: lanzará un sindicato deportivo femenino que buscará acciones legales contra los organismos que, a su juicio, discriminan a las atletas mujeres cisgénero al permitir la participación de deportistas trans en competiciones.
Davies, de 62 años, anunció la iniciativa durante un foro dedicado a debatir si el deporte femenino había sido “traicionado”. Allí explicó que su nueva fundación, que se pondrá en marcha en octubre, está diseñada para litigar contra entidades deportivas que, según ella, no protegen a las deportistas. “Esto es una discriminación sexual directa absoluta y tenemos que asumirlo”, afirmó según The Times. Añadió además: “Definitivamente será ir tras estos órganos de gobierno que no están cuidando a todas nuestras chicas y comenzará a ser litigioso con ellas si es necesario”.
“Deportes que discriminan a las mujeres”
La campeona olímpica justificó la creación del sindicato en un contexto de creciente controversia: mientras algunas federaciones han prohibido a mujeres trans participar en competiciones de élite, todavía permiten su inclusión en eventos amateurs. Para Davies, esa diferencia arroja al deporte recreativo femenino “bajo el autobús”.
Su postura no es nueva. La nadadora, que obtuvo dos oros en los Juegos de la Commonwealth de 1978 y una plata en Moscú 1980, lleva años liderando una campaña para mantener el deporte femenino reservado únicamente a mujeres biológicas. En 2019 escribió una carta al Comité Olímpico Internacional, firmada por más de 60 atletas de élite, en la que solicitaba prohibir a los hombres biológicos competir en categorías femeninas. El coste personal de esa militancia, confesó en 2023, fue alto: “Perdí la gran mayoría de mi trabajo en el momento en que me atreví a hablar”.
Ahora, su estrategia se enfoca en el plano jurídico y político. El sindicato presionará para que el gobierno retire fondos públicos a las federaciones que permitan competir a mujeres trans en ligas femeninas. “¿Cómo podemos dar el dinero de los contribuyentes a los deportes que discriminan a las mujeres? Eso debe parar”, advirtió.

“No es justo”
Davies también criticó la influencia de grupos como Stonewall y de responsables de diversidad, igualdad e inclusión en los órganos de decisión deportiva. En sus palabras: “Son jóvenes de 20 años con el pelo morado, lo que hace que todos se asusten incluso de decirles, ‘esto no es justo’. Esto tiene que parar. Tenemos que devolver el sentido común a la sala de juntas”.
Durante el evento, la exnadadora estuvo acompañada por Mara Yamauchi, exmaratonista olímpica también crítica con la inclusión de mujeres trans en categorías femeninas. Ambas compararon la situación actual con episodios históricos como el dopaje sistemático en la Alemania Oriental. Davies recordó que en los Juegos de Moscú 1980 compitió contra Petra Schneider, quien posteriormente admitió haber ganado gracias a sustancias dopantes. Para la británica, permitir la participación de mujeres trans supone una forma de desigualdad comparable.
El argumento de la ventaja física fue reiterado: “Podemos mostrarte a través de estadísticas que los niños de ocho años pueden correr más rápido, saltar más alto y lanzar las cosas más lejos”, dijo, subrayando que los bloqueadores de pubertad o la supresión de testosterona no eliminan esas diferencias biológicas.
“Empujar de vuelta contra lo woke”
Davies también compartió testimonios de padres preocupados porque sus hijas pierden interés en el deporte al competir con niños trans. “Uno de los correos electrónicos más desgarradores que recibí fue el verano pasado”, contó. En él, una madre relataba que en la escuela de su hija se organizaron carreras mixtas porque un niño de ocho años había decidido identificarse como niña. “Ni una sola niña ha ganado un evento en todo el día de deportes. Su hija de 11 años llegó a casa llorando, diciendo: ‘¿Por qué estoy molestando a mamá?’”.
La campaña de Davies ha tenido impacto político. El año pasado, Kemi Badenoch, actual líder del Partido Conservador, la nominó para convertirse en par vitalicio en la Cámara de los Lores como reconocimiento a su activismo. La nadadora ha elogiado a Badenoch como una de las primeras figuras gubernamentales en “empujar de vuelta contra lo woke”.