Cada año, la llegada del otoño marca el inicio de la campaña de inmunización frente al virus de la influenza. La vacuna de la gripe 2025 se presenta como una de las principales herramientas sanitarias para proteger a la población más vulnerable y aliviar la presión hospitalaria en los meses más fríos.
Con la experiencia acumulada de temporadas anteriores, las comunidades autónomas preparan ya el calendario de administración de dosis y refuerzan sus mensajes para animar a los grupos prioritarios a vacunarse cuanto antes.
¿Cuándo empieza la campaña de vacunación de la gripe en 2025?
La vacuna de la gripe 2025 comenzará a administrarse, previsiblemente, entre finales de septiembre y principios de octubre. El Ministerio de Sanidad ha recomendado a todas las autonomías adelantar lo máximo posible la campaña, con el objetivo de que la cobertura vacunal esté asegurada antes de que se registre el pico de circulación del virus.
Cada comunidad establece sus propias fechas exactas. Sin embargo, todas comparten un despliegue escalonado. En las primeras semanas, la vacunación se concentra en residencias de mayores y centros sociosanitarios, y poco después se amplía a los centros de salud para el resto de la población incluida en los grupos de riesgo.

El objetivo es claro: alcanzar una cobertura vacunal superior al 75% en personas mayores y al 60% en mujeres embarazadas y profesionales sanitarios. Unos datos que recomienda la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Los grupos de riesgo en 2025
La vacuna de la gripe 2025 no está dirigida a toda la población de manera indiscriminada, sino a quienes presentan mayor probabilidad de complicaciones ante la infección. Los expertos insisten en que proteger a estos colectivos supone también un escudo para el resto de la sociedad.
Entre los principales grupos de riesgo destacan:
- Mayores de 60 o 65 años: las personas de más edad son las más vulnerables a desarrollar cuadros graves de gripe, especialmente aquellas que superan los 80 años.
- Enfermos crónicos: personas con patologías cardíacas, respiratorias, renales, hepáticas, metabólicas (como la diabetes), neurológicas o con obesidad mórbida.
- Embarazadas: independientemente de la fase de la gestación, la vacuna se considera segura y protege tanto a la madre como al bebé durante los primeros meses de vida.
- Niños pequeños: en la temporada 2025, la inmunización sigue recomendándose de manera sistemática para niños de 6 a 59 meses. Además, varias comunidades han extendido la campaña a adolescentes sin factores de riesgo para ampliar la protección.
- Personal sanitario y sociosanitario: por su contacto directo con pacientes y su papel esencial en el sistema de salud, son considerados prioritarios.
- Personas institucionalizadas: residentes en centros de mayores o discapacitados, donde los brotes de gripe tienen consecuencias especialmente graves.
La doble importancia: salud individual y colectiva

Los especialistas recuerdan que la vacuna de la gripe 2025 no solo protege a quienes la reciben, sino que contribuye a disminuir la circulación del virus. Y, por tanto, reduce la probabilidad de contagiar a terceros.
Este efecto es clave en un sistema sanitario que afronta cada año el reto de las infecciones respiratorias estacionales. Donde la gripe convive con otros virus como el SARS-CoV-2 o el virus respiratorio sincitial.
De hecho, varias comunidades han anunciado campañas conjuntas de vacunación, en las que se administra al mismo tiempo la dosis de gripe y la de refuerzo contra la COVID-19 en los grupos más vulnerables.