Susana, Alejandra y su hijo Samuel, Maritza, Zunilda, Marisa, Ramy, Carmen y Josefina. Este jueves se analizarán las circunstancias de cada uno de estos crímenes machistas que sucedieron o se conocieron el pasado mes de junio. Será en el comité de crisis convocado por el Ministerio de Igualdad y que presidirá la ministra, Ana Redondo.
A estas reuniones, que se organizan cuando en un mes tienen lugar más de cinco asesinatos machistas, acuden, además de la plana mayor de Igualdad, las unidades de violencia sobre la mujer de las comunidades autónomas donde han ocurrido los crímenes, así como responsables de Interior, Justicia, Sanidad y la Fiscalía delegada en violencia contra la mujer.

Igualdad invitó a todas las comunidades
Ante el repunte de casos —en apenas 48 horas se hizo público que cinco hombres habían asesinado a sus parejas o exparejas, y además uno de ellos también mató a su propio hijo de dos años—, el Ministerio de Igualdad decidió invitar a la reunión a todas las comunidades y a las ciudades de Ceuta y Melilla, no solo a las implicadas en los crímenes, ante la situación de alerta. Las comunidades han recogido el guante, según confirman fuentes del Ministerio de Igualdad. Todas menos una habían confirmado su asistencia a última hora de la tarde del miércoles.
Canarias, Asturias, Comunidad de Madrid, Comunidad Valenciana, Andalucía, Galicia y Castilla-La Mancha son las comunidades donde sucedieron los asesinatos. El resto de territorios acuden al comité de crisis en calidad de invitados, para poder analizar y aprender de los posibles errores y circunstancias concretas de los crímenes, de modo presencial u online.
Ninguna de las ocho víctimas había formalizado la denuncia contra su agresor
Ninguna de las ocho víctimas había formalizado la denuncia contra su agresor. En el caso de Maritza, sucedido en A Coruña el 15 de junio, fueron las propias fuerzas de seguridad quienes pusieron en marcha el Protocolo Cero; Maritza no estaba preparada ni se había decidido a denunciar.
A pesar de no haber puesto en conocimiento de las autoridades el maltrato que sufrían, los entornos de algunas de las mujeres víctimas conocían la violencia con la que convivían. Es el caso de Zunilda, asesinada en Fuengirola en un día sin determinar de junio: la familia sabía que la joven tenía problemas y quería poner fin a su matrimonio.

Cinco de las ocho mujeres asesinadas eran extranjeras
También el círculo de Alejandra, asesinada junto a su hijo Samuel el 25 de junio, era consciente de la situación de violencia que vivían tanto ella como el pequeño. Unas circunstancias que se analizarán, así como el hecho de que la mayoría de las víctimas eran mujeres migrantes: cinco de las ocho víctimas, Maritza, Zunilda, Alejandra, Ramy y Marisa.
Indicadores de riesgo detectados en los comités de crisis
La delegada del Gobierno contra la Violencia de Género, Carmen Martínez Perza, adelantó en una comparecencia en el Congreso algunos de los indicadores de riesgo que se habían detectado en los comités de crisis anteriores. Según explicó, existen dos elementos que se repiten mucho en las víctimas mortales: las mujeres que no han denunciado, que no han puesto en conocimiento de las autoridades su situación, y el hecho de haber comunicado a sus asesinos que se querían separar, una circunstancia que, coinciden todos los expertos, es uno de los momentos más peligrosos para la mujer.
Como vulnerabilidades añadidas a estas dos circunstancias principales, la delegada del Gobierno enumeró, de memoria, ser migrante —al tratarse de mujeres con apenas redes de apoyo y que están más solas en España— y tener un problema de adicción.
Las reuniones serán más flexibles
Martínez Perza también anunció en esa comparecencia que los comités de crisis van a cambiar. La idea es flexibilizar las convocatorias de estas reuniones. Por ejemplo, si tienen lugar tres asesinatos en un mes, pero las circunstancias son especiales o crean alarma social, se podría convocar. También se celebrará si se producen cuatro asesinatos en una determinada región, a petición de las comunidades autónomas. La idea es que su convocatoria no dependa solo del número de crímenes en un mes, sino de las circunstancias.