Entrevista

Rosa Bonet, sobre el regreso de Jenni y Mapi: “No se las puede vetar por un suceso que ellas no provocaron”

La primera mujer árbitra de España repasa su trayectoria en Artículo 14. También opina sobre el VAR, la Selección y el futuro del fútbol femenino

Rosa María Bonet es la primera mujer que se matriculó en el Colegio de Árbitros, convirtiéndose así en la primera árbitra femenina de España. Desde que tiene uso de razón le llamó la atención el arbitraje  y cuando pudo, no lo dudó, quería colocarse el silbato en la boca y las tarjetas en su bolsillo. Cumpliendo así su sueño de niña.

En una entrevista en exclusiva a Artículo 14 recuerda sus inicios en la que ha sido la pasión de su vida: “Lo primero, que me resultó muy sorprendente, ser la primera. Quiero decir, que yo no tenía ni idea de qué iba a ser la primera, y ni muchísimo menos. Simplemente, yo me fui a apuntar porque quería ser árbitro y entonces allí ya salió una revolución de que era la primera mujer al árbitro, y eso me sorprendió mucho”. 

“Lo primero que me dicen cuándo voy al colegio de árbitros a matricularme es que tiene que venir el interesado. Cuando les digo que la interesada soy yo se sorprenden y me dicen que tienen que mirar que esté todo en regla para poder matricularme. A los minutos viene el secretario y me dice: Pues hemos estado consultando el reglamento, y efectivamente no hay nada que lo impida, pero al ser un caso excepcional, el presidente quiere conocerla. Mi cara fue de asombro total”, relata Rosa.

Rosa María Bonet, la primera mujer árbitra de España
Javier Cuadrado

“Cuando viene el presidente, me dijo, ¿tú sabes que a los árbitros los pegan? Y dice, bueno, es que a lo mejor a ti por ser mujer te violan.  Y yo, pues ignorante de mí, con 16 años, dije, bueno. Imagínate la frasecita, eran otros tiempos y lo veíamos completamente de otra manera. Ahora sería impensable que alguien dijera algo así. Pero yo, aparte de que no debía ser consciente de lo que me estaba diciendo, yo quería ser árbitro por encima de todo y de todos”, cuenta con todo tipo de detalles.

“No me arrepiento para nada de haber sido árbitra”

Con nostalgia y cariño recuerda cómo le comunicó a sus padres la decisión que había tomado. Entre ciertas risas reconoce que sus padres no la tomaron muy enserio al principio, ellos pensaba que Rosa no se matricularía. “Pero con el paso del tiempo lo vieron bien y siempre me han apoyado”, narra.

Habiendo pasado los años y el tiempo, Rosa responde sin pestañear a nuestra pregunta sobre si se arrepiente de haber sido estado metida en el mundo del arbitraje. “No me arrepiento para nada de haber sido árbitra, porque era una ilusión que yo tenía y conseguí cumplirla. Y, sobre todo conseguí algo muy importante, derogar la normativa que sacó la FIFA de que las mujeres no pudieran ascender de juveniles. Estuve mucho tiempo junto con otras compañeras peleando en que quitaran esa normativa, porque era totalmente discriminatoria. Entonces, estoy encantada de haber conseguido que por fin esa normativa se derogara”. 

La Rosa más sincera sobre los temas más polémicos

El fútbol femenino está totalmente en auge y, poco a poco está empezando a tener esa financiación qué tanto han buscado los clubes como las propias jugadoras. Una de las ventajas que hace unos años ya se está viendo en los campos de fútbol femenino es el VAR. Sobre esta cuestión, Rosa es sincera y opina sobre su utilización: “Yo estoy a favor del VAR. Porque creo que no podemos negar a los avances. Yo ya tengo 63 años, pero yo nunca me he negado a un avance tecnológico que pueda mejorar el funcionamiento del fútbol”. 

“El problema del VAR es que yo creo que la gente lo entiende de otra manera. La gente piensa que porque existe el VAR ya no va a haber errores, es imposible, porque el VAR es una herramienta, pero la manejan personas, y siempre va a estar sujeta a interpretaciones. Pero, pienso que tener esa herramienta y que el árbitro también la tenga es muy valido y creo que tiene que seguir estando”, explica Bonet.

Sobre el cambio de seleccionadora, Rosa María habla claro y sin pelos en la lengua. “Cuando se fue el señor Rubiales, se fue un poco empujado, gracias a Dios. Pues creo que toda la gente que estaba con él, que le apoyó, y que en cierta medida estaba de su lado, habría que haberla quitado de medio, porque hay que abrir todos los espacios lo más limpios posibles. Yo a Sonia no la conozco demasiado pero sí que estoy de acuerdo en que haya cambios después de todo lo que ha pasado en la federación”. 

La vuelta de Jenni y Mapi León

El regreso de la madrileña y la zaragozana ha sido y va a seguir siendo el tema de la semana y posiblemente del mes. Sonia Bermúdez las llamó de nuevo y su vuelta ha sido todo un revuelo mediático. Rosa también ha hablado sin tapujos sobre las dos internacionales españolas.

“Yo creo que ha sido correcto traerlas de nuevo. Si tienen calidad y están en un buen momento físico, ¿por qué no?. Lo que no se les puede poner es una cruz porque hayan denunciado un hecho que además hemos visto todos los españoles. Quiero decir no las puedes vetar a esas personas”. Y yo creo que esa es una de las cosas por las que Montse Tomé debería haber salido antes, porque estaba entre dos aguas. Y, por eso había que empezar desde cero”.

“Hay que luchar porque vayan las mejores y las que en mejores condiciones estén, no porque hayan tenido ningún tipo de incidente. Otra cosa es que hubiera sido un incidente disciplinario con la propia entrenadora o con la selección, pero por un hecho que ellas no provocaron, no se la puede vetar”, explica.

Bueno Rosa, cuéntanos de donde te viene esa pasión por el fútbol

Yo empecé a ir muy jovencita al fútbol, vamos con 12 años o así. Yo ya iba al Calderón, mi madre me hizo socia del Atlético de Madrid, porque mi padre era socio y dijo bueno, pues si él va al fútbol y a nosotros también nos gusta, nos vamos todos. Y nosotros, mi madre, mi hermana y yo, desde los 12 años, llevo viendo fútbol. A mí siempre me ha atraído, especialmente, la figura del árbitro, más que de cualquier futbolista. 

¿Tu peor momento en un campo de fútbol?

Pues mira, el peor momento en un partido no fue mío. Quiero decir que yo he hecho muchas cosas dentro del mundo del arbitraje y después de dejarlo estuve un tiempo que no pude ni volver al colegio de árbitros  porque me resultó muy traumático tener que dejarlo por un accidente de moto que tuve, me destrocé la rodilla y tuve que dejarlo. Pero al cabo de un año y pico volví para seguir haciendo otras tareas. Y en un partido que yo estaba informado, en el campo de Madrid de la federación, pues vi a un chaval que lo estaba pasando fatal. Y, me impliqué totalmente para ayudarlo, yo ya llevaba mucho tiempo en esto y le ayude.

Estamos viendo ahora que el fútbol femenino está totalmente en auge, pero tú desde el punto de vista de aficionada y habiendo estado en los terrenos de juego, ¿cómo ves el fútbol femenino?

Pues afortunadamente el fútbol femenino está empezando a estar donde debería haber estado ya hace mucho tiempo. Lo que ocurre es que, bueno, este país es machista, sigue habiendo demasiado machismo, pero el fútbol es que sea además un deporte mentalmente muy retrogrado. Y entonces el fútbol femenino hasta hace muy poco no era importante, ¿por qué?  Pues porque es pura lógica. El fútbol masculino tiene otros éxitos porque tiene muchísima más financiación, publicidad.

En cuanto al fútbol femenino se le ha empezado a dar un poco de financiación, ha empezado a brillar, porque además tenemos jugadoras, ahí está la muestra, que somos campeonas del mundo. Osea, algo que la selección masculina ha tardado casi un siglo en conseguir, la selección femenina la ha conseguido como quien dice en cuatro días.

Entonces es evidente que hay calidad y hay interés y hay muchas chicas interesadas en jugar al fútbol, pero claro, hasta ahora era muy complicado porque tenían que tener su trabajo para poder vivir de él. Pero tienes pruebas, se llenan estadios,  y a la gente le gusta y han demostrado que sabe jugar al fútbol  y que si se les da las mismas herramientas que a los chicos, yo creo que pueden superarlos.

Y ya para acabar, ¿qué consejos le darías a las futuras generaciones de niñas que quieren ser árbitras?

Pues mira, que quieran hacer lo que quieran hacer, que luchen por ello, que se preparen, por supuesto,  y que peleen, que no abandonen. Porque a mí me pusieron todas las trabas posibles para que abandonara y yo no lo hice, porque yo estaba convencida. Y, sobre todo que piensen, porque yo estoy hablando que hace 45  años yo no pensaba  que había algo que una mujer no podía hacer sí lo podía hacer un hombre. Lo sigo pensando.

Que no sientan que va a ser más difícil por ser mujer, porque va a ser igual de difícil que para un chico. Pero renunciar al sueño  para nada.

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