Ghislaine Maxwell, ex pareja y cómplice del difunto depredador sexual Jeffrey Epstein, ha sido trasladada discretamente desde una prisión de baja seguridad en Florida a una instalación de mínima seguridad en Texas, lo que ha provocado una fuerte reacción por parte de víctimas y figuras políticas en Estados Unidos. Según confirmó el Buró Federal de Prisiones (BOP), Maxwell ahora se encuentra bajo custodia en el Federal Prison Camp (FPC) Bryan, una prisión federal en el estado de Texas que alberga a mujeres condenadas por delitos no violentos y de cuello blanco.
“Podemos confirmar, Ghislaine Maxwell está bajo custodia del BOP en el Federal Prison Camp en Bryan, Texas”, señaló el organismo en un comunicado enviado por correo electrónico, sin ofrecer explicaciones sobre el traslado desde la prisión FCI Tallahassee, donde Maxwell cumplía parte de su condena de 20 años por tráfico sexual de menores.
“Trato preferencial”
La decisión de mover a Maxwell ha generado consternación, especialmente entre las víctimas de Epstein. La familia de Virginia Giuffre, una de las principales denunciantes del caso, emitió un comunicado donde expresó su “horror y disgusto” por lo que consideran un “trato preferencial” hacia Maxwell. “Sin ninguna notificación a las víctimas de Maxwell, el gobierno ha trasladado de la noche a la mañana a Maxwell a una prisión de lujo de mínima seguridad en Texas”, señala el documento. “Este es el sistema de justicia fallando a las víctimas ante nuestros ojos. El público estadounidense debería estar indignado por el trato especial que se le otorga a una pedófila y traficante sexual condenada”.
Julie Howell, una reclusa del FPC Bryan, expresó su malestar al periódico británico The Telegraph, afirmando: “Cada reclusa de la que he oído hablar está molesta de que ella esté aquí”. Añadió además que “el tráfico humano es un crimen violento” y que Maxwell “no pertenece a este tipo de prisión”.

Trump: “Tengo derecho a indultarla”
La polémica se intensificó luego de que se revelara que Maxwell había sostenido dos reuniones con el fiscal general adjunto Todd Blanche, antiguo abogado personal del presidente Donald Trump. Aunque los detalles de estas conversaciones no se han hecho públicos, Blanche indicó que revelará lo que aprendió “en el momento apropiado”. La defensa de Maxwell negó que se haya alcanzado algún acuerdo, aunque también confirmó que la reclusa respondió a todas las preguntas.
Este movimiento ocurre en un contexto de creciente presión sobre la administración Trump para publicar documentos relacionados con el caso Epstein. Durante su campaña presidencial, Trump prometió divulgar los archivos, pero hasta ahora el Departamento de Justicia ha mantenido que “no hay base” para liberar información adicional, una postura que ha generado indignación tanto entre demócratas como entre sus propios seguidores del movimiento MAGA.
El viernes pasado, el presidente Trump declaró en una entrevista: “Estoy autorizado para hacerlo, pero nadie me ha pedido que lo haga. No sé nada sobre el caso, pero sé que tengo el derecho de hacerlo”, en referencia a un posible indulto presidencial a Maxwell.

“Amenazas muy reales y creíbles contra su vida”
Maxwell ha mostrado disposición a testificar ante el Congreso de los Estados Unidos, pero solo bajo condiciones estrictas de inmunidad legal. Sin embargo, la audiencia prevista para el 11 de agosto fue cancelada de forma indefinida. El representante James Comer, presidente del Comité de Supervisión de la Cámara, declaró que aunque el comité estaba “dispuesto a continuar negociaciones de buena fe”, no aceptará otorgar inmunidad ni proporcionar preguntas con antelación, dos condiciones exigidas por los abogados de Maxwell.
A pesar de que el FPC Bryan tiene disciplina estricta y las reclusas deben trabajar, la prisión ofrece condiciones relativamente cómodas en comparación con otras instalaciones federales. Cuenta con actividades recreativas como deportes, programas de arte y teatro, clases de idiomas y negocios, e incluso un programa donde las internas entrenan cachorros para convertirlos en perros de servicio. La presencia de Maxwell, sin embargo, ha generado inquietud entre las demás reclusas, algunas de las cuales afirman temer por su propia seguridad.
Según The Daily Mail, Maxwell fue trasladada en secreto debido a amenazas creíbles contra su vida en FCI Tallahassee, donde fue catalogada como “soplona” por otros reclusos. Una fuente afirmó: “Tan pronto como Ghislaine habló con el gobierno, fue considerada una informante. Había amenazas muy reales y creíbles contra su vida”.
“Nunca se le debería mostrar clemencia”
Entre los aproximadamente 650 reclusas del FPC Bryan también se encuentra Elizabeth Holmes, la fundadora de Theranos, condenada a 11 años por fraude a inversionistas. La comparación entre los delitos de Holmes y Maxwell ha reforzado las críticas al traslado de esta última, dado que muchas voces consideran que el tráfico sexual de menores amerita una prisión con mayores niveles de seguridad.
Como lo expresó la familia de Virginia Giuffre: “Ghislaine Maxwell es una depredadora sexual que agredió físicamente a menores en múltiples ocasiones, y nunca se le debería mostrar clemencia. Este movimiento huele a encubrimiento. Las víctimas merecen algo mejor”.