Todo listo para la esperada cumbre en Alaska, Estados Unidos. A las 21:30 hora peninsular (11:30 de Alaska) arrancará el encuentro entre el presidente republicano, Donald Trump, y su homólogo ruso, Vladimir Putin. Un ‘cara a cara’ en toda regla, pues primero estarán solos en una de las salas acondicionadas de la base militar Elmendorf-Richardson para la reunión de alto riesgo.
Con la enorme ausencia de Ucrania, el país invadido por Rusia, las expectativas de lograr un acuerdo de paz se diluyen. Y es que, como asegura la doctora Valerie Sperling a Artículo14, “Putin saldrá ganando de esta cumbre, pase lo que pase”. Sperling, que es profesora de Ciencias Políticas en la Universidad Clark, explica que “simbólicamente, Alaska le viene bien” al líder del Kremlin. “Alaska era territorio imperial ruso, por lo que, a diferencia de reunirse con Trump en Florida o Washington DC, Alaska es un lugar donde Putin puede sentirse ‘como en casa'”. Además, indica que “al invitar al líder ruso, Trump está socavando la CPI y su orden de arresto contra Putin”.

La profesora, que es autora de Sex, Politics & Putin: Political Legitimacy in Russia (Sexo, Política y Putin: La legitimidad Política en Rusia, en español), responde a las preguntas de Artículo14 sobre la reunión entre Putin y Trump en Alaska.
-La cumbre en Alaska, ¿supone una victoria para Vladimir Putin, el invasor?
-Probablemente Putin saldrá ganando de esta cumbre, pase lo que pase allí. Si Trump cede ante Putin y hace concesiones en nombre de Ucrania, y Zelenski se niega, con razón, a aceptar esas concesiones, Putin puede darle la vuelta a la situación a su favor diciendo que Zelenski no coopera y no quiere la paz. Si, por el contrario, en la cumbre Trump pierde la paciencia con el belicismo continuo de Putin y/o su falta de voluntad para hacer concesiones, y se marcha enfadado a Mar-a-Lago, eso también será una victoria para Putin, que podrá afirmar que Trump solo estaba fingiendo querer ayudar a poner fin a la guerra.

-El hecho además de que el mandatario ruso se reúna con Trump en territorio estadounidense…
-Hay muchos países a los que Putin no puede ir porque es un criminal de guerra buscado. Simbólicamente, Alaska le viene bien a Putin. Alaska era territorio imperial ruso, por lo que, a diferencia de reunirse con Trump en Florida o Washington DC, Alaska es un lugar donde Putin puede sentirse “como en casa” y recordar al público ruso que su país gobernó esa zona y que ahora es bienvenido allí.
-¿Está Trump rehabilitando a Putin? ¿Deja de ser un paria gracias a él?
-No está claro que Putin sea considerado un paria fuera de Europa; muchos países parecen aceptar la propaganda “antiimperialista” de Rusia, que argumenta falsamente que Ucrania es solo una fachada del imperialismo occidental y que Rusia es un líder “antiimperialista”. En cualquier caso, sí, una visita presidencial a Estados Unidos para cualquier líder mundial es una forma de reconocimiento y legitimación. Al invitar al líder ruso, Trump está socavando la CPI y su orden de arresto contra Putin.
-¿Puede la cumbre entre Estados Unidos y Rusia en Alaska conducir a un acuerdo para lograr la paz en Ucrania?
-La cumbre no puede conducir a un acuerdo para lograr la paz en Ucrania, porque Ucrania no estará representada allí. Hay una expresión del movimiento por los derechos de las personas con discapacidad que se aplica a esta situación: nada sobre nosotros sin nosotros. A pesar de las afirmaciones contrarias de Putin, Ucrania es un Estado soberano y no puede ser invadida, atacada o anexionada sin repercusiones para el agresor, ni sin resistencia. Del mismo modo, no se puede obligar a Ucrania a aceptar una paz injusta acordada por dos de las superpotencias mundiales. Trump está convencido de la peculiar idea de que debería ganar el Premio Nobel de la Paz, y le gustaría creer que tiene el poder de “llegar a un acuerdo” que él y Putin puedan imponer a Ucrania. Es posible que Putin aproveche la cumbre para halagar a Trump o agotarlo con diatribas de horas sobre su versión de la historia, y conseguir que Trump se ponga firmemente del lado de Rusia (como lo estuvo en el pasado). Pero Trump es volátil, tiene poca capacidad de atención y es menos firme y coherente en su apoyo a Putin que en su primer mandato, por lo que no hay ninguna garantía de que Trump salga de la cumbre repitiendo la posición rusa sobre las condiciones necesarias para poner fin a la guerra.

-Ucrania y sus aliados europeos temen que una cumbre sin Kiev permita a Putin ganarse a Trump y obligar a Kiev a hacer concesiones. ¿Qué pueden hacer Ucrania y la UE?
-Además, creo que varios países europeos -que tienen una perspectiva más clara del peligro que Rusia puede suponer para su soberanía- no se sumarían a la presión sobre Ucrania para que acceda a las demandas rusas. En este momento, Trump ha convencido recientemente a un puñado de Estados europeos para que compren armas estadounidenses por valor de 1.000 millones de dólares y luego se las entreguen a Ucrania (en lugar de que EE UU proporcione ayuda militar a Ucrania directamente, como había hecho en el pasado). Esto le permite a Trump “marcar una casilla” en cuanto a “hacer que los países europeos de la OTAN paguen su parte justa”, pero también hace que esos países se interesen más en lograr una resolución de la invasión que garantice la seguridad de Ucrania (y de Europa). Una paz claramente injusta puede beneficiar a Putin, y es probable que a mucha gente en Estados Unidos, incluida la Administración Trump, no le importe mucho si los términos de la paz negociada son justos para Ucrania. Pero gran parte de Europa occidental, los países bálticos y, sin duda, la propia Ucrania querrán garantías de seguridad serias y reales que acompañen al fin del conflicto militar. Los ucranianos también saben que Estados Unidos y Europa tendrían que comprometerse con el acuerdo de paz para que este tenga éxito; una encuesta de opinión pública realizada el mes pasado reveló que el 70% de los ucranianos cree que Estados Unidos debería desempeñar un “papel significativo” en las conversaciones de paz, y el 75% cree que los Estados de la UE también deberían hacerlo.

-“Habrá algún intercambio de territorios”, insistió Trump el lunes. Putin exige a Ucrania que ceda las regiones anexionadas y Crimea, renuncie a su intento de unirse a la OTAN, limite el tamaño de sus fuerzas armadas y reconozca el ruso como lengua oficial junto con el ucraniano… ¿aceptará Ucrania esto?
-Zelenski ha dicho en repetidas ocasiones que no cederá territorio a Rusia, que anexionó ilegalmente Crimea en 2014 y anunció la transferencia unilateral de otras cuatro regiones de Ucrania a Rusia en 2022. Sin embargo, hay que tener en cuenta que la opinión pública ucraniana no está donde estaba hace tres años en cuanto a la voluntad de continuar la guerra hasta que Ucrania gane. Una encuesta de Gallup realizada en julio reveló que el 69% de los ucranianos quiere que la guerra termine lo antes posible mediante negociaciones, y solo el 24% apoya continuar luchando hasta alcanzar la victoria. En 2022, la opinión pública era la contraria, ya que el 73% afirmaba que Ucrania debía luchar hasta la victoria y el 22% quería que la guerra terminara lo antes posible mediante negociaciones. Es posible que Zelenski no pueda mantener su cargo como presidente de Ucrania si, finalmente, acepta ceder territorio, pero también es posible que tenga que satisfacer a una opinión pública cansada de los brutales e implacables ataques de Rusia contra Ucrania, su población y sus infraestructuras, y que desea la paz. En otras palabras, hay imperativos cada vez más contrapuestos dentro de la opinión pública (poner fin a la guerra, pero hacerlo en los términos de Ucrania) que la Administración de Zelenski simplemente podría no ser capaz de satisfacer.