Tiroteo en Washington

“Yaron era como Sarah, pasional, extremadamente inteligente y dedicado”

Asesinados antes de casarse. Yaron Lischinsky pretendía pedir matrimonio a Sarah Milgrim en Jerusalén dentro de tres días. Los dos jóvenes se conocieron como empleados de la Embajada de Israel en Washington

Asesinados
Yaron Lischinsky, que trabajaba como asistente de investigación, y Sarah Milgrim, que organizaba viajes a Israel, han sido asesinados
KiloyCuarto

El odio a Israel y a los judíos en todo el mundo hace tiempo que cruzó líneas rojas. En la madrugada del miércoles, un pistolero asesinó a la joven pareja Yaron Lischinsky y Sarah Milgrim, ambos empleados de la Embajada de Israel en Washington, al grito de “¡Palestina libre!”.

Poco después del suceso, se reveló que Yaron había comprado un anillo para proponerle matrimonio a Sarah. La pareja se conoció hace un año y medio, cuando la joven se unió al equipo de la Embajada para organizar la recepción de misiones diplomáticas. Los dos fueron sorprendidos por el asesino cuando salían de un acto en el Museo Judío de la capital. Instantes después, el pistolero abrió fuego contra un grupo de cuatro personas.

Asesinados antes de viajar a Jerusalén

El sospechoso, Elías Rodríguez (30), fue visto deambulando por el museo antes del tiroteo. Tras disparar, se metió en el edificio, y fue detenido poco después por el personal de seguridad. Con sus disparos mortales a “corta distancia” -según fuentes de la embajada- el asaltante fulminó el sueño de la pareja, que se disponía a viajar a Jerusalén la próxima semana, donde presuntamente Yaron iba a pedir matrimonio a Sarah.

Yaron Lischinsky y Sarah Milgrim, la pareja tiroteada en Washington
Embajada de Israel

“Los horribles asesinatos en Washington DC, basados obviamente en el antisemitismo, ¡deben terminar ya!”, exclamó Donald Trump en redes sociales. Y agregó: “El odio y el radicalismo no tienen lugar en nuestro país. Nuestras condolencias a las familias de las víctimas. Es muy triste que cosas así puedan ocurrir”.

Quiénes eran Sarah y Yaron

Sarah Milgrim (26 años) contó recientemente a sus padres que se disponía a viajar con Yaron Lischinsky (30 años) a Jerusalén, donde iba a conocer a la familia de su posible futuro marido. Ella desconocía el detalle del anillo que le tenía preparado para el viaje. “Era un chico increíble. Era como Sarah: pasional, extremadamente inteligente, dedicado a lo que hace, y siempre defendiendo causas justas”, afirmó Robert Milgrim, padre de la joven asesinada, poco después del suceso.

Los Milgrim se enteraron de la tragedia de la peor manera. El padre estaba durmiendo cuando recibió alertas en su teléfono sobre un tiroteo mortal en Washington, en un evento del American Jewish Commitee, del que Sarah era integrante. Nancy, la madre, abrió una app de localización familiar, y confirmó que su hija estaba presente en el museo, donde ocurrió el tiroteo.

Se cumplieron los peores temores del padre de Sarah Milgrim

“Esperaba equivocarme, pero ya sabía lo que ocurrió”, confesó Robert Milgrim. Instantes después, Yechiel Leiter, embajador de Israel en EE UU, les llamó para confirmar la noticia. El padre lo definió como un momento trágico, causado por el auge del antisemitismo desde el inicio de la guerra en Gaza tras los ataques de Hamás del 7 de octubre de 2023.

Niña violada
Manifestación contra el antisemitismo tras la violación de una niña judía de 12 años
Efe

“Lo que me pasó por la cabeza es que siento el antisemitismo que ha aflorado desde el 7 de octubre, y también desde la elección del presidente Trump”, dijo Robert Milgrim. “Es simplemente una extensión de mis peores temores”. Paradójicamente, los padres temían por la seguridad de su hija ante su viaje a Israel, pero fue asesinada tres días antes de partir.

Empleados de la Embajada israelí

Los dos jóvenes, ambos estudiantes prolíficos con másteres, estaban entusiasmados con su trabajo en la Embajada. Yaron Lischinsky nació en Alemania, pero se mudó a Israel a sus 16 años. Desde joven tuvo claro que quería trabajar en la diplomacia pública israelí. “Lo consideraba como un deber”, contó Nissim Otmazgin, uno de sus profesores en la Universidad Hebrea de Jerusalén. “Pretendía unir puentes entre Israel y otros países, especialmente en Asia”, añadió el maestro.

El primer ministro israelí Benjamin Netanyahu se mostró “en shock por el horrible asesinato antisemita”, y ordenó reforzar la seguridad en las embajadas israelíes por el mundo, que retiraron sus banderas y símbolos por motivos de seguridad. Sectores de la derecha israelí culparon del asesinato a quienes dentro y fuera del país condenan las matanzas en Gaza, y catalogan a Israel de “estado genocida”.

Auge del antisemitismo

“Estamos presenciando el terrible precio del antisemitismo y la incitación desenfrenada contra el Estado de Israel”, dijo Netanyahu. “Los libelos sangrientos contra Israel nos están costando sangre y debemos combatirlos sin descanso”, añadió. Isaac Herzog, presidente de Israel, condenó el “horrible acto de odio”, y dijo que “nuestros corazones están con los seres queridos de los asesinados. Mandamos todo nuestro apoyo al embajador y a su equipo”.

Israel
Fotografía tomada de la página de The History Makers del perfil de Elías Rodríguez
Efe

Para el secretario de estado estadounidense Marco Rubio, se trató de “un acto cobarde de violencia antisemita. Que quede claro: perseguiremos a los responsables y los llevaremos ante la justicia”. Judíos estadounidenses alzaron la voz por el ambiente hostil que sufren, especialmente jóvenes estudiantes en los campus, donde las protestas de solidaridad con Gaza conllevaron frecuentes actos de hostigamiento antisemita.

Asesinados a “sangre fría”

Yoni Kalin, testigo presente durante el tiroteo, contó que el acto en el museo era para promover que “judíos, musulmanes y cristianos trabajen juntos para ayudar a gente inocente, para ayudar conjuntamente a la gente de Gaza e Israel. Y luego apareció (el asesino) para matarlos a sangre fría”. Se trataba de un acto convocado por el departamento juvenil del American Jewish Comittee, donde se aportan herramientas a líderes comunitarios para afrontar los retos domésticos y globales que afrontan las comunidades judías.

Elías Rodríguez, un filólogo de 30 años de Chicago que tuvo conexión en el pasado con un grupo de izquierda, es el principal acusado de asesinarlos a su salida del Museo Judío de Washington después de que él mismo indicara a la Policía dónde estaba el arma que supuestamente usó.

El asesinato en Washington ocurre días después de que el Gobierno de Netanyahu ordenara intensificar la ofensiva bélica en Gaza, donde ya habrían muerto más de 53.000 personas según las autoridades sanitarias locales, y donde la hambruna causa estragos tras semanas de bloqueo total a la ayuda humanitaria. Desde el asalto de Hamás del 7 de octubre, en que 1.200 israelíes fueron asesinados y 251 secuestrados, incidentes antisemitas se desataron por todo el mundo. Embajadas de Israel y comunidades judías son los blancos frecuentes de los ataques.