La violencia de género se ha cebado con las mujeres jóvenes en el último mes. Dos hombres de 30 y 21 años han asesinado a sus exparejas, dos mujeres de 21 y 28 años y un tercer varón de 26 años intentó acabar con la vida de su novia de 25. Todo en menos de treinta días.
No es frecuente que las víctimas por violencia de género, así como sus asesinos sean tan jóvenes. De hecho, son los dos únicos asesinatos contabilizados este año donde las víctimas tienen edades comprendidas entre los 30 y 21 años. Ellos, lo agresores, tienen exactamente 3o y 21 años.
24 de septiembre- Un joven (26) apuñala a su pareja (25) en el cuello, cara y nuca
El 24 de septiembre en una vivienda de Arico (Tenerife) un joven de 26 años intentó asesinar a su pareja, en la vivienda que ambos compartían. La atacó con un cuchillo y le asestó puñaladas en el cuello, la nuca y la cara. Su intención era clara. La víctima, una chica de 25 años, sobrevivió al ataque y se recupera de sus heridas. El agresor fue detenido tras huir del domicilio.
28 de septiembre- Un joven (21) asesina a su pareja (28) en plena calle
Cuatro días más tarde, en la madrugada del domingo 28 de septiembre, Julián, un varón de 21 años, da una paliza a Yaqueline, su expareja en casa de la joven. Le provoca heridas graves y ella consigue huir hasta el portal y luego a la calle donde pide ayuda a gritos.
Los vecinos escucharon los lamentos de la joven y bajaron a ver qué ocurría, pero era tarde. La puñalada en el cuello fue certera y Yaqueline murió casi al instante. Cuando bajaron al portal se encontraron con el cuerpo sin vida de la víctima y al asesino a su lado.
Yaqueline había pedido ayuda. Denunció a Julián tiempo antes y estuvo inscrita en el sistema VioGén, pero el 28 de septiembre su caso estaba inactivo. Nadie hacía un seguimiento de la situación de la joven, nadie comprobó que todo estaba bien.
19 de octubre- un joven (30) asesina a su pareja (21) delante de su bebé
El último asesinato machista conocido es el de Martha , la joven de 21 años asesinada en Villaverde (Madrid) el lunes pasado.
Su expareja, y padre de su hija de quince meses, la apuñaló hasta la muerte en presencia de la pequeña. Ella lo había denunciado por malos tratos y había logrado que se estableciese una orden de alejamiento. Sin embargo, el sistema de protección VioGén no atinó al arrojar un nivel de riesgo bajo de volver a ser atacada.

Tampoco se incrementó el riesgo cuando su agresor quebrantó en cuatro ocasiones la medida de protección. Los juzgados, además, no le dieron importancia a los continuos acercamientos del asesino. De hecho, se encontraba en libertad, cuando podría, con la ley en la mano, haber pasado de seis meses a un año en prisión por el quebrantamiento.
Un sistema que no está diseñado para las más jóvenes
El caso de Martha es, como el de Yaqueline, otro fallo del sistema porque ambas habían denunciado a sus asesinos. Ni siguiendo todas las recomendaciones institucionales han conseguido la protección que demandaron. Ambas han acabado asesinadas.
Los expertos en violencia machista aseguran que el sistema no está pensado para las mujeres más jóvenes. El engranaje de lucha contra la violencia de género en España está diseñado para mujeres más adultas. Ellas no sienten cómodas en determinados servicios de atención más institucionales y serios y optan por otras vías a la hora de pedir ayuda.
“La violencia económica, física, los asesinatos, las jóvenes no lo reconocen como algo propio, no se sienten identificadas. El maltrato que reciben es más sutil”, explica el experto José Antonio García Serrano.
“¿Qué información reciben? Lo que es la violencia de género, pero en personas adultas: la violencia económica, física, los asesinatos, eso ellas no lo reconocen como algo propio, no se sienten identificadas. ¿Cómo les ejercen violencia a ellas? Con el control de móvil, de las amistades, con el compartir ubicación del teléfono, te mando un vídeo sexual y te digo que me encantaría hacerlo, presionando con mis amigos mantienen relaciones y tú no me practicas sexo oral, tu amiga tal no me cae bien… Es mucho más sutil. El sistema contra la violencia de género no está pensado para las adolescentes y mujeres jóvenes”.
“Si no las formamos para que detecten estos mecanismos de control, ¿cómo se van a sentir identificadas? Ellas mismas pueden verse en la tesitura, si están viviendo violencia, de preguntarse, “¿esto es normal, no es normal? Porque nadie me habla de esto”. Es la falsa creencia que sabemos de algo cuando no es así”, concluye.
Si algo de lo que has leído te ha removido o sospechas que alguien de tu entorno puede estar en una relación de violencia puedes llamar al 016, el teléfono que atiende a las víctimas de todas las violencias machistas. Es gratuito, accesible para personas con discapacidad auditiva o de habla y atiende en 53 idiomas. No deja rastro en la factura, pero debes borrar la llamada del terminal telefónico. También puedes ponerte en contacto a través del correo o por WhatsApp en el número 600 000 016. No estás sola.