¿Son los fondos “superventas” los más recomendables?

Entre enero y julio, los fondos de renta fija captaron más de 20.000 de los 22.500 millones de euros que han entrado en fondos de inversión en España, consolidándose como la opción favorita de los perfiles conservadores

Pensiones - Economía
Una imagen simbólica de las pensiones y el paso del tiempo

Durante los primeros siete meses de 2025, los fondos de inversión en España han captado más de 22.500 millones de euros. De esa cifra, unos 20.000 millones corresponden exclusivamente a fondos de renta fija. Esta categoría se ha consolidado como la gran favorita del año, con un dominio claro tanto en volumen como en ritmo de captación, según datos de Inverco y otras fuentes del sector.

Entre los productos con mayores entradas destacan el Santander PB Target 2027 4, que en el primer trimestre del año captó unos 994 millones de euros. Le siguen otros como el Santander Objetivo 19M Oct-26, con 897 millones, y CaixaBank Master Renta Fija Corto Plazo. Estos fondos, junto a propuestas similares como Unifond Rentabilidad Objetivo 2026 (Unicaja), ING Naranja Rentabilidad 2027 II o Bankinter Buy & Hold 2029, forman el núcleo de la oferta de renta fija y fondos a vencimiento más comercializada durante el año.

¿Apuestas seguras?

El atractivo parece claro. Este tipo de producto ha ganado peso como alternativa conservadora, especialmente tras el endurecimiento fiscal sobre planes de pensiones individuales, cuyo límite de aportación se redujo de 8.000 a 1.500 euros anuales. Además, la política monetaria del Banco Central Europeo, con tipos en niveles todavía reducidos, ha disminuido la rentabilidad de los depósitos tradicionales, empujando a muchos inversores hacia productos de inversión colectiva.

Los fondos a vencimiento se presentan como vehículos de baja volatilidad, con objetivos de rentabilidad establecidos y horizontes temporales definidos. Son ofrecidos con frecuencia como una solución sencilla para preservar capital y obtener un retorno moderado. Sin embargo, los rendimientos estimados en muchos de ellos se sitúan por debajo del 2% anual. Esto ocurre en un entorno en el que la inflación interanual se mantiene en torno al 2,7%.

En términos reales, estas cifras representan una pérdida de poder adquisitivo. Por ejemplo, un inversor que colocase 10.000 euros en un fondo con TAE del 1,8% obtendría 180 euros brutos al año. Restando una comisión media del 0,8% y ajustando por inflación, el resultado neto sería negativo. Estos cálculos no incluyen aún el impacto fiscal sobre los rendimientos.

Según un análisis reciente de la OCU, basado en una muestra de más de 2.100 fondos minoristas disponibles en España, únicamente el 6% obtiene una calificación de excelente. Este indicador considera elementos como la consistencia en la rentabilidad, el control del riesgo y la eficiencia en costes. Muchos de los productos más vendidos no se encuentran entre los destacados bajo estos criterios.

La comercialización de estos fondos suele apoyarse en su accesibilidad y visibilidad. Están disponibles en las principales plataformas de banca digital, aparecen como sugerencias destacadas y cuentan con campañas de marketing que refuerzan su presencia. Este contexto facilita su contratación, especialmente por parte de perfiles conservadores o poco familiarizados con otras alternativas.

Otras opciones más rentables

Frente a esa dinámica, surgen opciones más eficientes. Dunas Valor Flexible, un fondo gestionado activamente, ha registrado rentabilidades anuales cercanas al 8% desde su creación. Otro caso es Cartesio X, que con un enfoque mixto y conservador mantiene rendimientos estables en el entorno del 4% anual. Son menos conocidos, pero más sólidos a largo plazo.

Olea Neutral es otro ejemplo notable. Con una exposición equilibrada a renta fija y variable, este fondo ha conseguido rentabilidades medias del 6% anual. Además de su trayectoria, destaca por una estructura de costes contenida y una política de inversión muy disciplinada.

Estos fondos no son protagonistas de campañas comerciales masivas. Tampoco están entre los primeros resultados cuando un cliente accede al catálogo del banco. Pero sí ofrecen una alternativa más eficaz para quienes buscan proteger su capital sin renunciar del todo al crecimiento.

Otro fenómeno en paralelo ha sido el auge de los ETFs de gestión pasiva, que aunque no entran en la categoría conservadora tradicional, sí han captado la atención de inversores que buscan eficiencia. iShares Core MSCI World o Vanguard FTSE All-World se han situado entre los productos más vendidos en Europa, y también han ganado terreno en España.

En otro extremo del espectro, los fondos de renta variable española han experimentado un comportamiento destacado. El Ibex 35 ha registrado una revalorización del 30% hasta agosto. Fondos como Caixabank Bolsa Índice España han conseguido una rentabilidad del 34,57% en lo que va de año, según datos de Morningstar. Este tipo de producto no forma parte de las carteras más conservadoras, pero sus cifras ayudan a contextualizar el desempeño de otras categorías más populares.

Los flujos de capital hacia fondos garantizados también han tenido cierto protagonismo, aunque con menor intensidad. En julio, captaron 267 millones de euros, si bien registran salidas acumuladas en el conjunto del año. Esta categoría sigue generando debate, ya que su estructura puede limitar la liquidez y condicionar los retornos efectivos en función de la evolución de mercado.

En resumen, el éxito comercial de un fondo no garantiza su calidad como herramienta de inversión. Los datos invitan a cuestionar si lo más vendido realmente responde a los intereses del cliente. Elegir bien exige ir más allá del escaparate.

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